Francia en el purgatorio, Macron en Notre Dame

El incendio accidental del 15 y 16 de abril de 2019 fue un melancólico hito histórico: uno de los grandes monumentos de la historia de nuestra civilización estaba amenazado de muerte. Por parte del jefe del Estado, la visita personal de este viernes estará consagrada a felicitar personalmente a 1.300 de las 2.000 personas, artesanos, creadores, ingenieros, arquitectos que han trabajado en el proceso de reconstrucción, «los trabajos del siglo», en la terminología oficial, que han costado unos 700 millones de euros, pagados, en cierta medida, con donaciones nacionales e internacionales, norteamericanas, en particular.

La noche misma del incendio, hace cinco años, Macron anunció con solemnidad que el gran monumento histórico sería reconstruido en cinco años. Tras la reapertura oficial, dentro de unos días, todavía quedarán por terminar muchos detalles, pero lo esencial ha sido realizado.

Noticia Relacionada

Macron y Starmer aseguran la defensa inquebrantable de Ucrania contra la agresión imperial de Putin

Juan Pedro Quiñonero

Evitando la polémica con Trump, recuerdan que Francia y el Reino Unido son las dos únicas potencias nucleares de Europa, que debe garantizar su soberanía militar, económica e industrial

La visita de Macron y su esposa Brigitte comenzará por la puerta central, claro está para descubrir el nuevo altar mayor, el nuevo mobiliario, las nuevas vidrieras. La visita culminará junto a las legendarias gárgolas de Notre Dame, inmortalizadas por todos los grandes fotógrafos de la catedral.

Macron felicitará personalmente a los hombres y mujeres que han participado en ese gran proyecto nacional, que culmina en el momento más melancólico, cuando Francia está caída de hinojos en la crisis política e institucional más grave desde la fundación del régimen, la V República, entre 1958 y 1962.

La visita del presidente coincide con las amenazas del Nuevo Frente Popular (NFP), que reúne a todas las izquierdas: La Francia Insumisa (LFI), el PS, el PCF, los Ecologistas; y las de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen.

Macron anuncia e inicia su visita cuando Marine Le Pen ha confirmado que está dispuesta a votar la censura del Gobierno, precipitando un nuevo proceso de inestabilidad política, sin presupuestos del Estado, deudas colosales y una incertidumbre política e institucional absolutas.

El descubrimiento fotográfico de las nuevas maravillas de la nueva Notre Dame está coincidiendo con el estallido de un rosario de 'petardos' políticos: peticiones de dimisión de Macron, si el Gobierno es censurado, amenazas de inestabilidad; sin mayoría parlamentaria de ningún tipo, chalaneos presupuestarios para intentar salvar o cambiar el modelo nacional de seguridad social y jubilación ¡a los 62 años!

A la misma hora que Macron celebra la unidad nacional en un gran proyecto histórico, la Asamblea Nacional, primera cámara del Parlamento nacional, se había convertido en un campo de batalla de todos contra todos: extrema izquierda y extrema derecha amenazando con censurar al Gobierno, los amigos de Macron divididos en numerosas capillas, el socialismo y la derecha histórica invisibles tras su unión con la extrema izquierda o la extrema derecha.

A la espera de la reapertura solemne de Notre Dame la semana que viene, Francia vivirá un fin de semana intentando evitar la agravación de todos esos problemas, con chalaneos tan oscuros como imprevisibles, entre Michel Barnier, primer ministro, y Marine Le Pen, que está amenazada con una pena judicial de varios años de cárcel pero tiene en su mano la salvación o condena de un Gobierno en cuarentena.