Francia defiende la «inmunidad» de Netanyahu y «controlará» el alto el fuego entre Israel e Hizbolá

Comentando tales acontecimientos, íntimamente ligados, Jean-Noël Barrot, ministro francés de Asuntos exteriores, ha declarado: «El acuerdo entre Israel e Hizbolá es la culminación de un trabajo muy firme, prolongado durante varios meses. Un éxito para la diplomacia francesa, del que podemos estar orgullosos«.

Antigua potencia colonial en el Líbano, donde el francés es la segunda lengua más hablada y con mayor presencia en la prensa de referencia local, Francia no ha renunciado nunca a jugar un papel significativo en las crisis libanesas.

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Preparando el acuerdo de alto el fuego en curso de entrar en vigor, París avanzó con éxito la resolución 1701 del Consejo de seguridad de Naciones Unidas, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel e Hizbolá. El nuevo acuerdo, presentado con un comunicado común por Biden y Macron, toma buena nota de la experiencia de los últimos años proponiendo nuevas acciones.

De entrada, Washington y París comenzaron por insistir en la amenaza que representan para Israel Hizbolá «y otras organizaciones terroristas islámicas que han operado desde el Líbano«. Cuestión de principio, seguida de dos evidencias: reforzar la capacidad militar del ejército libanés, para poder defender la soberanía nacional, e incrementar la presencia de cascos azules en las fronteras del Líbano a Israel.

Washington y París apoyan el despliegue de 1.000, 2.000 y hasta 6.000 hombres de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) para ocupar territorios amenazados por grupúsculos islamistas. Tras el estallido de la guerra, iniciada por Hizbolá después de los atentados de Hamás del 7 de octubre del año pasado, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) ha estado «forzosamente» inoperante, sin poder cumplir sus tareas de fuerza de interposición. Tras el alto el fuego, los 10.000 cascos azules presentes volverán a desplegarse en estrecha coordinación los principales aliados. El gobierno de Macron anunció a última hora de la mañana del miércoles que los 700 soldados franceses que forman parte de la FPNUL «están llamados a jugar un papel importante».

Al frente del comité de vigilancia del alto el fuego, Washington y París se han comprometido a «imponer» a todas las partes el respeto de los acuerdos, «permitiendo la restauración de la seguridad para los habitantes de ambos lados de la línea que separa el Líbano e Israel.

El acuerdo anunciado por Biden y Macron quizá comporta acuerdos no escritos pero altamente significativos.

Cuando el Tribunal Penal Internacional (TPI) anunció su orden de arresto contra el primer ministro de Israel, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, se apresuró a confirmar su solidaridad con Netanyahu. En París, Macron, presidente, guardó un palmario silencio. Y su jefe de gobierno, Michel Barnier, declaró que Francia «cumpliría con sus responsabilidades». Días más tarde, el vísperas del acuerdo negociado por Washington, París y Naciones Unidas, el Ministerio de Asuntos exteriores, el Quai d'Orsay, anunció que, desde el punto de vista francés, Netanyahu se beneficia de la «inmunidad» ante las peticiones del Tribunal Penal Internacional.