El fiscal especial critica con dureza la falta de «rigor» en la investigación del FBI contra Trump

Durham, nombrado para esta tarea por el que fuera fiscal general de Trump, William Barr, determina que fue una investigación con «falta de rigor», basada en informes de inteligencia «en bruto, sin analizar y sin corroborar» y en la que se usó un doble rasero con la otra candidata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.

La gran mayoría de las conclusiones de Durham ya estaban incluidas en un informe elaborado por el Departamento de Justicia en 2019 que era muy crítico con la labor del FBI y que forzó a que la agencia de investigación implementara cambios en su forma de funcionamiento. Aquel informe, pese a la dureza de sus determinaciones, no encontró «pruebas documentales o testimoniales de mala conducta intencionada» por parte de los agentes del FBI.

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El informe tampoco cambia el impacto de la investigación de Durham, que, pese a la dureza de sus críticas, ha conseguido resultados pobres: las dos personas imputadas a raíz de su labor fueron declaradas inocentes en juicio y una tercera, por un cargo menor, se declaró culpable y fue castigada con un año de libertad condicional.

Los demócratas mantendrán que la investigación ha sido un despilfarro de dinero y tiempo, pero a Trump le servirá para reforzar una idea central para su reelección el año que viene: que sufre una persecución.

En su informe, Durham es muy crítico con el tratamiento que los agentes del FBI hicieron del llamado 'dossier Steele', una serie de alegaciones contra Trump reunidas por un exespía británico -Christopher Steele-, que después se demostró que no tenían fundamento.

Ese dossier fue financiado de forma indirecta por la campaña de Clinton y fue una de las razones por las que se inició la investigación contra Trump.

El fiscal especial explica que «altos cargos del FBI mostraron una falta grave de rigor analítico hacia la información que recibieron, en especial información recibida desde personas y entidades con vínculos políticos» y que fue lo que «en parte desató y mantuvo» la investigación contra Trump -denominada Crossfire Hurricane- y que, finalmente, motivó el nombramiento de un fiscal especial, Robert Mueller, para investigar a Trump, ya como presidente. Esa investigación, que acabó sin consecuencias jurídicas para el ahora expresidente, se comió buena parte de la atención mediática de EE.UU. durante año y medio.

Durham asegura ahora que esa investigación inicial del FBI fue «gravemente deficiente» y que acabó por causar un daño en la reputación de la agencia federal. El FBI, critica el fiscal especial, inició sus pesquisas a pesar de una «falta completa de información por parte de la comunidad de inteligencia que corroborara la hipótesis en la que se basaba la investigación Crossfire Hurricane» y sus agentes optaron por ignorar las informaciones que exoneraran a sospechoso en el caso o que se salieran de la narrativa que perseguían.

También asegura que el tratamiento fue muy diferente con Clinton. Cuando los agentes del FBI tuvieron conocimiento de una posible prueba de que un agente foráneo trató de ganar influencia sobre la candidata demócrata, la reacción fue alertar sobre ello a su campaña. Con Trump, la reacción fue iniciar una investigación.

Trump siempre ha defendido que esta investigación en su contra fue una 'caza de brujas'.. El informe de Durham le permitirá profundizar y alargar esa idea de la persecución en la campaña 2024 y asociarla ante los electores con otras de sus reivindicaciones, como la del 'robo electoral' -sin respaldo de los tribunales ni de su propio Departamento de Justicia- que sufrió en las elecciones que perdió en 2020 ante Joe Biden.

Trump no tardó en acudir a su red social, Truth Social, para celebrar la publicación del informe y defender que es la demostración de que contra él se cometió el «crimen del siglo», a pesar de que la investigación de Durham -a quien el expresidente alaba- ha acabado sin apenas consecuencias penales para nadie.

«El público de EE.UU. fue engañado, al igual que está siendo engañado ahora por aquellos que no quieren ver la grandeza de América», escribió. Trump calificó al episodio de «traición», criticó al que fue director del FBI -y a quien él despidi- James Comey y exigió, sin dar detalles, que el Congreso actúe.