Estados Unidos cambia de posición: Ucrania necesita poder atacar a Crimea
La Administración Biden cree que si el control ruso de la península se ve amenazado, la posición de Kiev será mucho más fuerte para unas posibles negociaciones
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EE.UU. está imprimiendo un cambio de posición sobre un elemento clave de la guerra de Ucrania: Crimea y la posibilidad de armar al Gobierno de Kiev para amenazar a la península tomada por Rusia en 2014 y que es fundamental en el apoyo ... y suministro a las tropas rusas.
Según 'The New York Times', el Gobierno de Joe Biden empieza a conceder que Ucrania necesita armamento para ser capaz de atacar a Crimea, aunque eso no sea suficiente para capturar el territorio que Vladimir Putin anexionó de forma unilateral hace nueve años. Los altos cargos que hablaron de forma anónima con el diario neoyorquina aseguraron que la Administración Biden cree que si el control ruso de Crimea se ve amenazado, la posición de Kiev será mucho más fuerte para unas posibles negociaciones que busquen un final para la guerra.
Desde el comienzo de la invasión rusa, Washington se ha abstenido de entregar al Gobierno de Volodímir Zelenski el tipo de armamento capaz de asestar ataques significativas contra las posiciones rusas en Crimea, más allá de las operaciones puntuales que ha sido capaz de ejecutar hasta ahora.
La idea de la Administración Biden era evitar en la medida de lo posible una implicación que Moscú pudiera calificar como de entrada directa en la guerra. Por eso retiró a todas las tropas estadounidenses que estaban en territorio ucraniano poco antes de la invasión y tardó meses en conceder armamento sofisticado y poderoso.
Crimea no era un objetivo
EE.UU. -al igual que la Unión Europea y la ONU- considera que Crimea es territorio ucraniano y que fue arrebatado de forma ilegal por Rusia en 2014. Pero cuando Washington se refiere a la ayuda militar que proporciona a Kiev -más de 20.000 millones de dólares en armamento, asesoramiento e inteligencia militar y una reciente intensificación del entrenamiento de tropas ucranianas- ha dejado fuera a Crimea como objetivo.
«Seguimos centrados en lo que hemos estado haciendo», defendió el mes pasado el secretario de Estado, Antony Blinden, «que es asegurarnos de que Ucrania tiene en sus manos lo que necesita para defenderse, para enfrentarse a la agresión rusa y para recuperar el territorio que le fue arrebatado desde el pasado 24 de febrero».
Eso no incluye Crimea, algo que a partir de ahora podría cambiar. La península es una pieza clave para Rusia en el conflicto. Está conectada por puentes terrestres con el sur de Ucrania y fue decisiva para que el ejército ruso consiguieron controlar territorios de esta región desde el pasado febrero.
'Casa' de la flota naval del Mar Negro
Crimea acoge la flota naval del Mar Negro, una gran base aérea, decenas de miles de soldados y los centros logísticos que han suministrado a los frentes del sur, como los de Jerson, Zaporiya o Mariupol.
EE.UU. no ha concedido a Ucrania de momento misiles de largo rango que permitan atacar de forma constante a Crimea, pero sí otro armamento, como el sistema de artillería móvil HIMARS o los Bradley, vehículos blindados de ataque y transporte de tropas, que podrían permitir amenazar Crimea o, al menos, las vías de suministro desde la península a los frentes del sur de Ucrania.
La reacción de Moscú a una ofensiva ucraniana contra Crimea es probable que fuera una escalada de sus ataques, pero, según esas mismas fuentes estadounidenses, Washington considera menos probable la posibilidad de una respuesta nuclear por parte de Putin.
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