EE.UU. va a las urnas en un referéndum a Biden y bajo la sombra de la inflación

Hoy es la cita electoral y todo apunta a que los votantes no cambiarán la tradición y penalizarán al partido que está en la Casa Blanca

«No creemos en las elecciones»: EE.UU. vuelve las urnas con su democracia bajo amenaza

¿Qué se juega realmente Estados Unidos en estas elecciones de medio mandato?

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden AFP

Javier Ansorena

Corresponsal en Nueva York

Los estadounidenses acostumbran a penalizar en las urnas al partido que ocupa la Casa Blanca en las elecciones legislativas de mitad de mandato, las 'midterms', en la terminología anglosajona.

Hoy es la cita electoral y todo apunta a que los votantes no cambiarán la ... tradición. Lo que está por determinar es cómo de doloroso será el castigo para los demócratas -que controlan la Casa Blanca y gozan de mayorías por la mínima en las dos cámaras del Congreso- y qué impacto tendrá en el futuro inmediato de la primera potencia mundial y en la inminente carrera por la presidencia de 2024.

Las 'midterms' renovarán la composición del Congreso: la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y algo más de un tercio del Senado, 35 senadores. Además, se elegirán miles de cargos estatales y locales, algunos de la máxima importancia, como los 36 gobernadores en liza.

La dinámica de la campaña ha jugado en contra de los intereses de los demócratas. Estas elecciones de mitad de mandato suelen ser, en parte, un referéndum sobre la gestión del presidente en sus primeros dos años.

El presidente, hundido

Para desgracia de los candidatos demócratas, Joe Biden hundido en los índices de aprobación -solo le ve con buenos ojos el 42,4% de los estadounidenses-, su Administración ha protagonizado bochornos históricos -como la desbandada de Kabul de agosto del año pasado- y se ha mostrado inoperante ante la inflación pertinaz que sufren los votantes.

EE.UU. padece la peor evolución de precios de los últimos cuarenta años y la economía aparece como principal preocupación de los estadounidenses: el 51% lo considera como el asunto determinante para el voto, según una encuesta publicada la semana pasada por CNN.

Mientras tanto, solo el 15% tiene al aborto como el principal motivador de su voto, a pesar de que este asunto capturó toda la atención del país a comienzos del verano, cuando una sentencia del Tribunal Supremo eliminó las protecciones constitucionales de la terminación voluntaria del embarazo. La reacción en las urnas a la sentencia podría ser mucho más limitada de lo esperado entonces, a pesar del empeño que han puesto Biden y los demócratas en colocarlo en el centro de la campaña.

Algo similar ha ocurrido con los intentos de Biden de alarmar a los votantes sobre los peligros que corre la democracia ante la presencia de candidatos que siguen la teoría -infundada, según los tribunales- del robo electoral a Donald Trump en 2020. Los votantes están mucho más pendientes de la economía y de la inseguridad, un asunto que los republicanos han aprovechado para endosar a los demócratas después de que el ala izquierdista del partido apoyar iniciativas para «recortar la financiación» o «abolir» la policía tras el asesinato de George Floyd en 2020 por parte de un agente de Minneapolis.

Solo los más optimistas contemplan un escenario en el que los demócratas no pierden al menos una de las dos cámaras del Congreso. Las encuestas dan por recuperada la Cámara Baja para los republicanos, que solo necesitan dar la vuelta a cinco escaños de los demócratas. Es posible que lo hagan en muchos más, incluso en bastiones demócratas de estados muy liberales como Nueva York, California o Rhode Island.

Las contiendas estarán mucho más ajustadas en el Senado, donde republicanos y demócratas empatan a cincuenta senadores. Las encuestas dan en la recta final de la campaña una posibilidad algo mayor para que los republicanos también se quedan con la Cámara Alta. Todo dependerá de lo que suceda en media docena de estados donde las fuerzas están muy ajustadas, como Pensilvania, Arizona, Nevada o Georgia.

Mucho en juego

Las elecciones a gobernador y a secretario de estado estatal también serán muy decisivas. Los estadounidenses se juegan no solo quién ostentará el poder ejecutivo en esos estados, sino también quién supervisará las elecciones presidenciales en 2024.

En algunas carreras en estados 'bisagra', esos en los que las fuerzas están siempre igualadas y deciden las elecciones, comparecen candidatos que apoyan la idea del robo electoral y que podrían estar al frente de la certificación de resultados dentro de dos años.

Solo los más optimistas contemplan un escenario en el que los demócratas no pierden al menos una de las dos cámaras del Congreso

La configuración final del Congreso determinará cómo serán los dos años que le quedan a Biden, por el momento, en la Casa Blanca. La pérdida de poder en el Congreso supondrá que su agenda legislativa se verá frenada en seco y que su Administración quedará empantanada por comisiones de investigación. Si además de la Cámara de Representantes, se queda sin Senado, también dirán adiós a su capacidad de imponer nombramientos, como en el Tribunal Supremo.

Esas serán las circunstancias en las que los demócratas afrontarán los preparativos para las presidenciales de 2024, donde espera Trump. El multimillonario neoyorquino ha deslizado que se presentará a la reelección, algo que podría anunciar la semana que viene. Es probable que eso coincida con el final del recuento de muchas elecciones, incluso algunas que podrían determinar la mayoría en el Senado: no se espera que haya resultados definitivos en muchos estados clave hasta dentro de varios días.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios