Los demócratas sacan a Obama y esconden a Biden para buscar la remontada
Muchos candidatos demócratas han dejado claro que prefieren no aparecer junto a Biden en campaña y no verse emparentados con los problemas que para muchos votantes representan la gestión del presidente
Todas las claves para entender las 'Midterms', las decisivas elecciones de mitad de mandato de EE.UU.
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Iniciar sesiónLos demócratas de EE.UU. están en depresión: las perspectivas para las elecciones legislativas de este martes son desalentadoras y la cara más visible del partido, Joe Biden, está hundido en los índices de popularidad.
Entre las pocas cartas que conservan para obrar la ... remontada está Barack Obama, que ha regresado del retiro dulce de los presidentes para impulsar a candidatos en los estados más decisivos.
Las encuestas apuntan a una derrota contundente de los demócratas en los comicios, en los que se renueva el Congreso —la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado—, además de la elección de miles de cargos estatales.
Las mayorías por la mínima que mantienen los demócratas en el Congreso están a punto de esfumarse. Los sondeos aseguran que habrá un vuelco en la Cámara Baja y que, con bastante probabilidad, también perderán el Senado.
El golpe para los dos años que le quedan a Biden en la Casa Blanca sería tremendo y Obama ha acudido al rescate. Esta última semana y hasta la cita con las urnas, el expresidente se prodiga en los principales frentes.
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El 'blitz' de última hora le ha llevado ya por Georgia, Michigan, Wisconsin, Nevada y Arizona, todos estados de la máxima importancia en los que se juegan escaños decisivos para el Senado o elecciones a gobernador que definirán, entre otras cosas, la supervisión de las presidenciales de 2024, entre acusaciones -infundadas, según los tribunales- de robo electoral por parte de Donald Trump y sus aliados desde 2020.
Obama, el primer presidente negro de EE.UU., sigue siendo la figura más popular del partido. Él fue capaz de cimentar una coalición electoral que unió a votantes urbanos, jóvenes, universitarios, moderados y minorías. Esa coalición hace ahora aguas, y Obama busca tapar agujeros. No se cuenta con que el expresidente pueda capturar nuevos votantes, pero sí que movilice a las bases en unas elecciones en las que no sobrará ni un voto.
Cada vez menos apoyos internos
Mientras tanto, Biden se mantiene tapado. Solo el 42% de los estadounidenses aprueba su gestión y su desempeño en actos públicos es mediocre. A punto de cumplir 80 años -será el 20 de noviembre-, sus intervenciones están faltas de energía y le sobran resbalones dialécticos.
Muchos candidatos demócratas han dejado claro que prefieren no aparecer junto a Biden en campaña y no verse emparentados con los problemas -la inflación disparada, la inseguridad, la entrada masiva de inmigrantes- que para muchos votantes representan la gestión del presidente.
Al contrario, a Obama se lo rifan los candidatos, le piden que acudan a sus mítines y ha grabado anuncios para 25 de ellos.
Es una situación que Biden y Obama vivieron a la inversa cuando eran vicepresidente y presidente, respectivamente. En 2010, las primeras elecciones legislativas desde la victoria de Obama en 2008, el entonces presidente tuvo un papel limitado en la campaña, aquejado de impopularidad por el impulso de su reforma sanitaria, 'Obamacare'. Biden cubrió el vacío y era demandado por los candidatos.
Biden ha pasado esta semana por Florida, Nuevo México e Illinois, que no son los principales frentes en esta campaña. Y cerrará la campaña el lunes por la noche en Maryland, un estado de fuerte implantación demócrata, donde no se necesita el apoyo de los pesos pesados del partido.
La excepción será esta noche en Filadelfia, la principal ciudad de Pensilvania, el estado más decisivo en estas elecciones, con el permiso de Arizona. Biden participará en un mitin en apoyo de John Fetterman y Josh Shapiro, candidatos al Senado y a gobernador, respectivamente. Pero lo hará de forma conjunta con Obama, en una ocasión que, para desgracia del actual presidente, dejará claro quién de los dos provoca más entusiasmo entre los votantes.
Por el flanco izquierdo, los demócratas han montado otro 'blitz', el del senador Bernie Sanders. Es la figura más prominente del ala izquierdista del partido y se ha embarcado en un 'tour' con una veintena de mítines en todo el país.
Sanders buscará alentar el voto de los más jóvenes y de los más progresistas, aunque es difícil pensar que cualquier movilización será suficiente para compensar la ventaja que llevan los republicanos.
Sobre todo porque estos últimos también tienen quién los entusiasmen. Desde este jueves, Trump también se ha puesto el traje de campaña. Coincidirá en Pensilvania con Obama y Biden, aunque el expresidente republicana protagonizará su mitin en Latrobe, en la otra punta del estado.
Trump, ídolo republicano, ya ha dejado caer en su primer mitin que se presentará a la reelección en 2024, algo que podría materializarse en un anuncio oficial el próximo 14 de noviembre, según 'Axios'.
La presencia de Trump en campaña servirá para movilizar todavía más a un electorado republicano entusiasmado por limitar el poder de Biden con la captura de mayorías en el Congreso.
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