EE.UU. instala un muelle en Gaza para la llegada de ayuda y aliviar el bloqueo terrestre de Israel

El muelle militar ha tenido un coste de 290 millones de euros, según informa Washington, no se puede usar cuando hace mal tiempo y se estima que su capacidad será de entre noventa y 150 camiones al día. Los organismos humanitarios critican el proyecto por su elevado coste, porque ralentiza la llegada de la ayuda en un momento de máxima urgencia en la Franja y porque Gaza dispone de suficientes pasos para que pueda entrar por tierra. Israel registrará la carga en el puerto de Chipre y de allí se transportará en unas quince horas de navegación a las costas de Gaza donde se descargará a camiones cuya gestión estará en manos de Naciones Unidas.

Israel impone tantas trabas a la entrada por tierra de ayuda que se han tenido que activar incluso los lanzamientos desde el aire por parte de diferentes ejércitos como el de Jordania, Estados Unidos, Francia o España, una medida tan espectacular como poco efectiva para el nivel de la necesidad. El cruce de los camiones es un problema, pero el reparto lo es aún mayor y puede convertirse en un trabajo mortal como sucedió el mes pasado con los siete trabajadores de la organización World Central Kitchen (WCK), abatidos por drones de Israel pese a que coordinaron todos sus movimientos con el ejército.

Reino Unido fue el primer país en informar que usará esta vía marítima para el envío de ayuda, aunque el primer ministro Rishi Sunak aclaró que «sabemos que no puede ser la única vía y por eso necesitamos ver más pasos terrestres abiertos».

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó en marzo a Israel la apertura de nuevos pasos para acelerar la entrada de ayuda y esto provocó un modesto incremento en la llegada de camiones con alimentos, agua y combustible, insuficiente para la abrumadora necesidad, según la ONU. Dos meses después el ejército da marcha atrás y mantiene cerrado el paso de Rafah, la principal puerta de entrada y salida de Gaza.

La operación militar contra la ciudad fronteriza con Egipto, que ya ha provocado el desalojo forzado de más de 600.000 personas, llevó a Suráfrica a presentar el jueves una nueva demanda para solicitar al tribunal que ordene a Israel detener la ofensiva en Rafah y permitir la entrada de ayuda. Los surafricanos solicitan nuevas medidas cautelares y piden además a la CIJ que ordene al Estado judío permitir el acceso de funcionarios de la ONU, trabajadores de organizaciones humanitarias y periodistas a la Franja. Hasta el momento los israelíes mantienen la prohibición de acceso a la prensa internacional y han matado a un centenar de periodistas y trabajadores palestinos de medio de comunicación.

Israel se defendió diciendo que su operación en Rafah es «limitada» y que «está tomando medidas para tratar de hacer frente a la enorme complejidad que presenta una situación así (…) Es por eso que no ha habido un ataque a gran escala contra Rafah, sino más bien operaciones específicas, limitadas y localizadas, precedidas de esfuerzos de evacuación y apoyo a actividades humanitarias«.

Los israelíes saben que este tribunal no tiene medios para hacer cumplir sus órdenes, pero la demanda por genocidio hace que aumente la presión exterior contra la guerra. Cuestionados por el cierre de los pasos para la entrada de ayuda, tal y como denunciaron las agencias de la ONU un día más, los enviados de la defensa israelí en La Haya afirmaron que «esto es descaradamente falso. La verdad es que Israel permite y facilita el suministro de cada vez más ayuda humanitaria a través de varios cruces a diario«.

El Estado judío acusa a la CIJ de actuar como el «brazo legal» de Hamás y su equipo legal insistió en que «la ciudad de Rafah también sirve como bastión militar de Hamás, que continúa representando una amenaza significativa para el Estado de Israel y sus ciudadanos«.

Mientras se celebraba la nueva vista en La Haya, cuyo resultado se conocerá la próxima semana, los combates siguieron una jornada más centrados en Rafah y el campo de refugiados de Jabalia, en el norte. Hamás está mostrando más resistencia de lo esperado en lugares como Yabalia, donde el ejército dio por eliminada la resistencia del enemigo.