Así es World Central Kitchen, la ONG del chef José Andrés que ha perdido a siete trabajadores en Gaza

A partir de ese momento, esta ONG se expandió para brindar apoyo y comidas a los supervivientes de otras desastres naturales, así como a refugiados y personas afectadas por conflictos. De hecho, WCK ha servido decenas de millones de comidas en Ucrania desde la invasión rusa de 2022.

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Adrián Delgado

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En su página web se definen como «un equipo de socorristas de alimentos». «Nos movilizamos con la urgencia del ahora para llevar comidas a las personas que más lo necesitan», indican. Y para ello ejecutan «un modelo de acción rápida», aprovechando los recursos locales y adaptándose en tiempo real a las crisis humanitarias que surjan. «Sabemos que una comida nutritiva en tiempos de crisis es mucho más que un plato de comida», subrayan.

En el caso de la Franja de Gaza, World Central Kitchen participó en el primer envío de ayuda a la zona a través de un corredor marítimo desde Chipre en marzo. Un segundo envío con 332 toneladas de alimentos debía llegar a Gaza a principios de esta semana. Por este motivo, los trabajadores de esta ONG se encontraban en el enclave palestino.

En su página web detallan que, a pesar de las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria en el territorio, sus equipos han podido establecer «una cocina de campaña en Rafah, crear una red de cocinas comunitarias en toda Gaza y enviar cientos de camiones de ayuda a comunidades que necesitan desesperadamente alimentos».

En Israel, los equipos de WCK se asociaron con restaurantes locales, «sirviendo comidas a personas que fueron desplazadas de sus hogares» como resultado del ataque de Hamás el pasado 7 de octubre y los consiguientes bombardeos a lo largo de la frontera. No obstante, esta ayuda ha ido disminuyendo conforme se minimizaron las necesidades alimantarias de la población.

«World Central Kitchen, más que una organización, es un movimiento global que ha revolucionado el mundo de la respuesta humanitaria a crisis alimentarias», explicó a ABC Javier García, copresidente ejecutivo de la ONG, durante la crisis derivada del coronavirus. Trabajar en la dinámica de resolver problemas, sin planes preconcebidos y sin rechazar la experiencia local de cada zona afectada, les ha permitido durante toda su trayectoria «generar modelos de respuesta extremadamente dinámicos marcados por la eficiencia, los tiempos de respuesta y la contribución al desarrollo de comunidades resilientes», describió entonces García.

José Andrés y los miles de compañeros de profesión y voluntarios a los que su proyecto ha convencido apuestan por el poder de la comida como «instrumento para fortalecer comunidades». El objetivo final, antes de que World Central Kitchen salga del territorio afectado, es lograr un escenario en el que la salud y la preservación del medioambiente estén de alguna manera garantizadas. Para ello, además de mejorar la seguridad alimentaria, transmiten el conocimiento adquirido durante el proceso a los actores locales a través de formación culinaria.

Durante más de diez años de actividad, José Andrés ha subrayado que dar de comer no es lo mismo que alimentar. Defiende que el acto de cocinar para generar un plato de comida es mucho más efectivo que simplemente dar alimentos a una comunidad herida por una catástrofe.