Más de la mitad de la población de Rafah ya ha huido ante lo 'inevitable' de la invasión israelí

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dice que ya han salido de Rafah 500.000 civiles -gran parte de ellos evacuados del norte-, y la ONU ratifica y aumenta la cifra. Según Naciones Unidas a fecha de hoy han huido de Rafah 600.000 civiles, del millón y medio que hace dos semanas constituían el núcleo humano con mayor densidad del planeta. «Hemos evitado una catástrofe humanitaria», declaró Netanyahu, en un mensaje dirigido en particular a la Casa Blanca para que levante el veto al envío de cierto tipo de armas.

La noticia confirma lo que Israel no cesa de proclamar. Pese a las protestas en los campus occidentales, el Ejército hebreo quiere ocupar Rafah como pieza clave de su objetivo de «destruir toda la infraestructura de Hamás». Tel Aviv cree que en Rafah siguen operativos cuatro batallones de Hamás, y en sus túneles estarían presos los rehenes que aún quedan con vida. La ocupación del terreno enemigo es un principio elemental de cualquier estrategia militar. Al actual ritmo de evacuación de civiles en Rafah, en una semana el pequeño territorio podría estar ya en condiciones para dar la orden de invasión.

El movimiento de salida masiva coincide con el aniversario de la 'Nakba', en árabe la Catástrofe, en el que los palestinos conmemoran la expulsión de sus casas de 760.000 palestinos en 1948, tras la proclamación del Estado de Israel. Mientras se agilizan los preparativos para la ofensiva terrestre en Rafah, en la frontera con Egipto, Hamás confirma su reaparición en el norte conquistado, donde se enfrenta a los israelíes en el antiguo campamento de Jabalia. Las agencias de noticias hablan de choques entre los carros de combate hebreos y grupos de milicianos islamistas armados con morteros y misiles anticarro. Con este movimiento, el grupo radical palestino pretende demostrar que la caída de Rafah no sería el fin de la guerra; y que la densa red de túneles en un territorio tan pequeño como el de Gaza permite a sus milicianos supervivientes moverse con libertad de sur a norte de la Franja.