Disturbios en Francia en una nueva jornada de huelga y protestas
La policía de París y de Marsella utiliza gas lacrimógeno para dispersar las manifestaciones no autorizadas que se habían iniciado temprano
Francia teme un jueves negro, parálisis de la nación y riesgos de vandalismo
Corresponsal en París
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Iniciar sesiónEn su primer balance del medio día de la gran jornada de protestas y manifestaciones nacionales, convocadas por todos los sindicatos de Francia, Bruno Retailleau, ministro del interior saliente, y líder de Los Republicanos (LR, derecha tradicional), ha declarado: «Las acciones han ... sido menos intensas de lo previsto. El despliegue de las fuerzas del orden ha sido disuasivo».
A última hora de la mañana, el ministerio del interior había contabilizado 230 acciones, 95 bloqueos y un centenar escaso de detenciones. En muchos casos, se ha tratado de tensiones violentas, con numerosos incendios pronto sofocados por bomberos y fuerzas del orden.
Según Retailleau, en París e Isla de Francia (región parisina, la más importante de la Nación), el metro, los autobuses y los trenes de cercanías han sufrido «trastornos» menos graves de lo previsto. En el corazón de París, entre la iglesia de Saint-Germain-des-Prés y los antiguos mercados, Les Halles, el funcionamiento de los transportes públicos era bastante «normal», con retrasos y fallos imprevisibles. Entre los 2.500 institutos de Francia, solo 22 habían sufrido bloqueos más o menos importantes.
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En París, varias decenas de ferroviarios «tomaron» los alrededores del ministerio de Economía y la entrada de la Estación del Norte, una de las más grandes y con más tráfico de Europa.
En Marsella, la primera de las 200 o 300 manifestaciones previstas, desfilaron unas 15.000 personas. En Lyon se produjeron algunos enfrentamientos entre algunos de los 20.000 manifestantes y las fuerzas del orden. En Toulouse, Brest, Saint-Denis, Bayona, entre muchas otras ciudades de talla media, se han sucedido manifestaciones con mucho aparato y modesta participación.
En el sector de la enseñanza, los primeros balances, a última hora de la mañana, los llamamientos a la huelga, solo fueron seguidos por minorías relativas del personal: 17,48% en las escuelas, 19,90% en los institutos de enseñanza media, 13,72% en los institutos de formación profesional.
En los hospitales, los llamamientos a la huelga han sido poco seguidos.
La irregularidad en el funcionamiento de la red ferroviaria nacional ha causado muchos retrasos, pero sin «bloquear» Francia, ni mucho menos. En las carreteras han sido contabilizados atascos relativamente importante en algunas grandes ciudades de provincias, sin complicaciones catastróficas.
Manifestaciones para por la tarde
La modestia relativa de las primeras movilizaciones, huelgas, tensiones y enfrentamientos, en la periferia de París y muchas ciudades de provincias, no prejuzga ni mucho menos el resultado final de las convocatorias.
En París, por ejemplo, en la gran avenida nacional de los Campos Elíseos, una mayoría de comercios han decidido cerrar sus escaparates, y los han blindado con maderas, hierro y acero. Las unidades móviles de la Gendarmería y los antidisturbios han tomado posiciones, en previsión de posibles disturbios, a la caída de la tarde.
Las grandes manifestaciones de París iniciarán sus marchas a primera hora de la tarde. El ministerio del Interior teme que minorías violentas puedan infiltrarse en los cortejos sindicales, esperando provocar tensiones. Se temen riesgos de vandalismo e incendios.
En el terreno político, solo La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda) hace un balance llamativo de la marcha de la jornada. Su líder, Jean-Luc Mélenchon, ha declarado que «estamos viviendo un acontecimiento inmenso. Macron es culpable del caos». Por su parte, los sindicatos no ocultan su objetivo último: «Nuestro objetivo es acabar con el gobierno de Sébastien Lecornu«, ha declarado un portavoz de la Intersindical, agregando: »De entrada la jornada está siendo un éxito y es una advertencia para Macron y su primer ministro«.
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