Los conservadores alemanes se distancian de la extrema derecha, segunda fuerza en las encuestas
Por diversas razones se ha producido un alejamiento entre los partidos de derecha de Alemania
La derecha populista alemana de AfD se consolida en las encuestas
Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónAño y medio de gobierno de la «coalición semáforo», en la que el socialdemócrata Olaf Scholz gobierna con verdes y liberales, ha bastado para desengañar al electorado alemán, que en varias encuestas a escala federal muestra un completo vuelco hacia la derecha. Si hoy ... hubiera elecciones en Alemania, las ganaría la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), con el 26% de los votos, mientras que los partidos del semáforo registran severas caídas que los alejan de la posibilidad de gobernar. El dato más destacado, sin embargo, y que mayor zozobra política está creando a lo largo del arco parlamentario, es la espectacular subida del partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania, que parecía haber tocado techo en las últimas elecciones y que se encarama, con un 19%, a la posición de segundo partido más votado.
El líder de la CDU, Friedrich Merz, culpa del fortalecimiento de los nacionalistas a la coalición en el gobierno. «Cuando ya no se escucha a la gente común, se vuelve hacia aquellos que se oponen particularmente, ya sea que estén en la extrema derecha o en la extrema izquierda», ha comentado Merz el resultado de estas encuestas, «la gente se enfrenta a problemas difíciles como la recesión, la inflación, el aumento de los precios de la energía, le inmigración desordenada... Experimentan las disfuncionalidades de la vida cotidiana por un lado y un gobierno que no ve estos desafíos o está principalmente preocupado por el clima o por sí mismo». Pero además de lamentar el alza de AfD, Merz insiste en su negativa a asociarse con este partido en una hipotética formación de gobierno: «no es un cordón sanitario, es solo que no es posible: esas personas quieren socavar la democracia, son un partido antisistema y, por lo tanto, nosotros no tenemos nada que ver con ellas».
También la vicepresidenta de la CDU, Karien Prien, ha estado de acuerdo en que «por supuesto que la política de la coalición semáforo contribuye a estos valores de la encuesta, pero nosotros, como CDU, no deberíamos aumentar la ira de la gente». «Hay temas en los que los partidos democráticos tienen que hacer distintas ofertas claramente reconocibles para el pueblo. Como Unión, hacemos eso, por ejemplo, con la fallida ley energética de edificios, pero también con la huida y la migración, donde el semáforo no ofrece soluciones convincentes. Tampoco entramos a luchar en teatros secundarios de guerra cultura, que nunca ha contribuido a la cohesión social».
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Por parte de la coalición de gobierno no hay autocrítica. El canciller Olaf Scholz considera que la incertidumbre en tiempos de crisis es la razón del aumento de AfD en las encuestas. También en vista del éxito de los partidos populistas de derecha en otros países europeos, se preguntaba el sábado en Hamburgo, en un evento organizado por el semanario Die Zeit, «¿por qué hay partidos de tan mal humor?». «Vivimos una época convulsa en la que muchos ciudadanos de nuestros países no están tan seguros de si el futuro está de su lado y si lo tienen», dijo el canciller alemán, «y esto crea incertidumbre y resonancia para los partidos que están de mal humor y elogiando el pasado; para contrarrestar a los populistas, debemos asegurarnos de que Europa tenga un futuro en el que creer«. La presidenta de AfD, Alice Weidel , ha respondido a Scholz que «es cierto que los ciudadanos alemanes han perdido su risa, pero eso no se debe a una AfD supuestamente malhumorada, sino a la compañía de aficionados que ofrece un triste cabaret político en el gabinete de ministros todos los días». «Cuando Scholz describe a AfD como un partido malhumorado, que sólo atrae en su opinión a intransigentes y frustrados, muestra un completo distanciamiento de la sociedad alemana y está llamando intransigentes y frustrados a casi uno de cada cinco votantes», ha señalado Weidel. Pero desde el Partido Socialdemócrata (SPD) no se perciben como reales estos argumentos. «AfD no ha sido nunca, ni es, ni será un partido normal», dice la jefa del grupo parlamentario, Katja Mast, «el motivo de esa encuesta es que la inseguridad de la gente es increíblemente grande, la sociedad está bajo estrés constante y uno de los factores que más cuenta es el estrés por calentamiento».
AfD, por otra parte, no puede ser considerado un partido de extrema derecha en estricto sentido, teniendo en cuenta la historia de Alemania. El perfil de extrema derecha, coqueteando con el neonazismo, corresponde al partido NPD, que el pasado fin de semana ha cambiado sus tradicionales siglas por el nuevo nombre de 'Die Heimat' / 'La Patria', en una conferencia del partido celebrada en la ciudad de Riesa, en Sajonia. El concepto Heimat excluye a los alemanes no étnicos, a los inmigrantes y extranjeros, y el objetivo del partido es «interconectar y liderar la resistencia contra la política del stabishment». Con 3.150 afiliados, queda muy lejos de los 34.800 afiliados con los que cuenta actualmente AfD.
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