Merz, el nuevo líder de la CDU, borra del partido a toda la cúpula de la era Merkel
La excanciller y excandidata Kramp-Karrenbauer no acudieron a la cena de confraternización
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Iniciar sesiónFriedrich Merz, que con toda seguridad será elegido hoy presidente de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), en el congreso que celebra el partido en formato digital, había organizado para esta noche una cena en Berlín con todos sus antecesores, los presidentes vivos de ... la formación política. Wolfgang Schäuble y Armin Laschet habían accedido a la foto, símbolo de reconciliación y cierre de filas, pero erkel ha declinado la invitación por ‘problemas de agenda’ y Annegret Kramp-Karrenbauer alegando un ‘asunto privado’.
Para ellas no se trataba exactamente de una foto de unidad sino que contenía un componente de venganza al que no han querido prestarse. Es la imagen que Friedrich Merz lleva veinte años persiguiendo, por la que ha abandonado y vuelto a la política varias veces y que marca el inicio de una nueva era en el partido, en la que piensa resarcirse. En el fondo, nunca aceptó la derrota infringida por Angela Merkel, que en 2002 reclamó para sí la presidencia del grupo parlamentario de la CDU, la plataforma sobre la que preparar la candidatura electoral, y se salió con la suya después de una batalla interna en la que ambos utilizaron todos los recursos políticos a su alcance. Recientemente ha admitido que subestimó por completó a Merkel y ahora parece dispuesto a borrar toda huella de la excanciller alemana en el partido.
Además de la entronización de Friedrich Merz, que ha sido ya votado por las bases, este congreso renovará casi al completo la dirección del partido, con un nuevo secretario general y cuatro de los cinco vicepresidentes. La última y durísima derrota electoral y la evasión de militantes justifican esta tabula rasa . Merz, de 66 años y ajeno al aparato durante las últimas dos décadas, llega para ocuparse sin piedad de una, por otra parte, necesaria renovación.
El otro reto son las cuatro elecciones regionales en las que la CDU se juega su supervivencia este año (Saarland, Schleswig-Holstein, Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia), necesita borrar el vergonzoso proceso de sucesión de Merkel, una exhibición fratricida que ha hecho mella en el electorado, y recuperar los modales burgueses y la juventud. La edad media de sus militantes es de 60,8 años.
Lo cierto es que Merz puede mostrar ya algunos trofeos. Con Markus Söder, presidente de Baviera, ha logrado una especie de tregua y el nuevo equipo para la dirección ha sido reunido sin grandes obstáculos ni indiscreciones, un equipo que no solamente hace felices a sus viejos colegas del Consejo Económico de la CDU, sino que cubre con amplitud la realidad del partido y representa un cambio generacional, con un promedio de edad de 40 años. Le queda una asignatura pendiente, de la que se examinará en abril. Ese mes expira el mandato del líder del grupo parlamentario, Ralph Brinkhaus y Merz desea atribuirse el cargo clave, como en su día lo hizo Merkel. Si esta pugna deriva en una nueva pelea en el barro, la nueva CDU habrá durado escasos meses.
Fase de ajuste
Merz utilizará el congreso, por lo demás, para espolear a la estructura. En su opinión, la CDU debe asumir rápidamente el papel de oposición y encontrar una nueva confianza en sí misma. «Primero fue la fase de shock, ahora estamos en la fase de ajuste», resume el momento, «espero que después del congreso, la fase de puesta en marcha siga relativamente rápido». «Es importante que el partido irradie seguridad y confianza nuevamente , que aceptemos este papel y no digamos ‘la oposición es una mierda’. No, la oposición también es un mandato de los votantes, es parte constitutiva del sistema democrático de nuestro país. Tenemos que sentirnos emocionalmente en la oposición, girar la palanca interna. Y si lo hacemos bien, la oposición de hoy es el gobierno de mañana». Es su planteamiento.
Tiene muchas ganas de enredar y planes para hacer cuña en las articulaciones de la ‘coalición semáforo’ que soporta a Olaf Scholz en la Cancillería de Berlín. «Mi percepción es que tanto los liberales del FDP como Los Verdes tienen interés en no depender únicamente de los socialdemócratas (SPD)», señala, «por ejemplo, en Renania Norte-Westfalia, el FDP ha declarado expresamente su voluntad de seguir gobernando con la CDU».
Acude al congreso con los deberes hechos y la relación con los socialcristianos bávaros de la CSU restaurada. «Simplemente estamos restaurando el código de buenas maneras y cooperación, renovando una relación complementaria entre nosotros ideal para explotar el potencial de voto de ambos partidos», describe, «algo como lo de 2021 no debe repetirsse ni se repetirá bajo mi dirección de la CDU». Merz y Söder han acordado que los líderes del partido, los secretarios generales y los líderes de grupo parlamentario se coordinarán muy de cerca. Volverán las reuniones conjuntas del comité ejecutivo y se tomarán conjuntamente decisiones de personal con criterios ‘fácticos’. «Y ya más tarde, cuando llegue el momento, decidiremos la candidatura electoral». Evita así por ahora la confrontación con Söder. «Cuando llegue el momento no significa ahora, pero tampoco tres meses antes de las próximas generales», asegura.
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