Biden revierte la política de Trump: los nuevos asentamientos israelíes son ilegales
El cambio supone un regreso a la posición sobre los asentamientos en territorio palestino que los Gobiernos de EE.UU. mantuvieron durante cerca de cuatro décadas
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El presidente de EE.UU., Joe Biden.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró este viernes que la primera potencia mundial considera ahora los nuevos asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino como «inconsistentes con la ley internacional».
Las declaraciones del jefe de la diplomacia estadounidense, en una ... rueda de prensa en Buenos Aires, suponen un cambio en la política exterior de EE.UU. sobre uno de los elementos clave en el conflicto palestino-israelí desde la creación del estado de Israel.
Ese cambio supone un regreso a la posición sobre los asentamientos en territorio palestino que los Gobiernos de EE.UU. mantuvieron durante cerca de cuatro décadas y que cambió con Donald Trump en 2019.
En noviembre de aquel año, el antecesor de Blinken, Mike Pompeo, defendió que los asentamientos no violan la ley internacional. Fue una de las decisiones más sonadas sobre Israel de la Administración Trump, que también decidió el establecimiento de la embajada de EE.UU. en Jerusalén –ciudad disputada por israelíes y palestinos– y cortó la financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA (en sus siglas en inglés), ahora en el disparadero por acusaciones de que varios de sus miembros participaron en los ataques terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre.
Biden llegó al poder en 2021 y desde el comienzo se opuso a la expansión de los asentamientos. Pero la declaración de Blinken de este viernes fue la primera vez en la que su Administración volvía a establecer que son contrarios a la legislación internacional.
«La política de EE.UU. ha sido durante mucho tiempo, tanto en administraciones republicanas como demócratas, que los nuevos asentamientos son contraproducentes para conseguir una paz duradera», dijo Blinken. «Son inconsistentes con la ley internacional. Nuestra Administración mantiene una oposición firme a la expansión de asentamientos. A nuestro juicio, esto solo debilita, no fortalece, la seguridad de Israel».
El anuncio de Biden se producía después de que en la víspera, el Gobierno de Benjamin Netanyahu anunciara la convocatoria de una reunión del comité que supervisa la construcción de asentamientos en Cisjordania. Era una respuesta a un tiroteo protagonizado por palestinos y acaecido en un asentamiento, dentro de los fogonazos de violencia que se viven en estos territorios disputados.
El ministro de finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, aseguró que se iría adelante con esos planes, que incluyen la construcción de 3.300 nuevas viviendas, buena parte de ellas en las inmediaciones de donde se produjo el tiroteo.
En un comunicado, Smotrich calificó la expansión del asentamiento como una «respuesta sionista apropiada» a ese ataque: «Que todo terrorista que planea atacar sepa que levantar la mano contra los ciudadanos de Israel será respondido con muerte, destrucción y la profundización de nuestra presencia eterna en toda la tierra de Israel».
Las declaraciones de Blinken se producen en el marco de negociaciones con poco éxito entre Israel y Hamás, con la intermediación de Egipto, Qatar y EE.UU., para conseguir un alto el fuego temporal en Gaza y la liberación de rehenes.
El Gobierno de Biden, que se juega en noviembre su reelección, sufre crecientes presiones tanto dentro como fuera de EE.UU. para que apoye un alto el fuego ante la dramática situación humanitaria en la Franja, aunque no esté condicionado a la liberación de rehenes.
El portavoz de seguridad internacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que el regreso a la política anterior sobre los asentamientos «simplemente reafirma» la posición que ha defendido EE.UU. durante décadas.
Preguntado por qué la Administración Biden ha tardado más de tres años en hacerlo, aseguró que «en este momento era particularmente importante reafirmar nuestro compromiso con la solución de los dos estados» y «con nuestra visión de la inconsistencia con la ley internacional que suponen los asentamientos».