Raúl Castro se dispone a dejar la primera línea sin cambio político a la vista en Cuba
Comienza este viernes el VIII Congreso del Partido Comunista cubano, en el que se prevé que el hermano de Fidel ceda el testigo como primer secretario, pero no se espera que la dictadura varíe por ahora su rumbo, según expertos
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Iniciar sesiónRaúl Castro Ruz , cerca de cumplir 90 años, se dispone a dejar el cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba , que ocupa desde que en 2011 sucedió en él a su hermano Fidel. Por primera vez en 61 años, ... los Castro dejarán de estar, salvo sorpresas, en la primera línea del poder político. Al menos nominalmente.
Hace cinco años, cuando fue reelegido para el puesto en el VII Congreso del partido, Raúl anunció que ese sería «el último dirigido por la generación histórica» que instauró el régimen en 1959, que entregaría «a los pinos nuevos las banderas de la Revolución y el socialismo sin el menor atisbo de tristeza o pesimismo, con el orgullo del deber cumplido». De aquel congreso, el último antes de que Fidel Castro falleciera ese mismo año, salieron 142 miembros del Comité Central y 17 del Buró Político, el núcleo duro del partido, que ahora, en el VIII Congreso que comienza este viernes, deberán renovarse.
Pero el adiós como líder del Partido Comunista de Raúl Castro, entre rumores de que padece cáncer, no significa necesariamente el fin del castrismo ni del régimen instaurado por Fidel en 1959. El profesor Jaime Suchlicki , director del Centro de Estudios Cubanos, con sede en Miami, no espera grandes cambios políticos en la isla, ya que no se trata de ‘un gobierno unipersonal’, sino de ‘un grupo colegiado’ que lleva décadas manejando los poderes económicos y políticos del Estado. A su juicio, el primer secretario del partido «es la figura clave del organigrama, pero no lo es todo», ya que «están el Buró Político y los militares». «No es como en España, donde murió Franco y cayó la dictadura», pone como ejemplo, y advierte de que «la idea de que esto se desmorona es una ilusión». En este sentido, recuerda que «cuando Fidel enfermó, se decía que la revolución se acababa. Pero no pasó nada. Vino el hermano y apretó más las tuercas. Si Raúl desaparece, tendrá que haber un proceso más largo para que el régimen se desmorone».
Nacido en 1931 en Birán (Holguín), participó en el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba en 1953, que lideró su hermano Fidel. Tras ser encarcelado en la isla de Pinos y estar exilidado en México, participó en la revolución y, tras su triunfo en 1959, ocupó durante décadas el cargo de ministro de las Fuerzas Armadas. En 2006 Fidel Castro le nombró de manera temporal presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, cargo para el que fue confirmado dos años después, y el liderazgo del Comité Central del Partido Comunista .
El actual primer secretario ha ido dando pasos hacia su retiro, colocando a dos civiles en los puestos de presidente y primer ministro, Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero , respectivamente, pero el verdadero poder sigue en manos de los militares, señala Suchlicki. Sobre el papel, se espera que Díaz-Canel asuma ahora también las riendas del partido, aunque el director del Centro de Estudios Cubanos no ve al actual presidente como «un líder». A su juicio, no tiene apoyo en el pueblo, en el partido ni en las Fuerzas Armadas», subraya.
«El primer secretario del partido es la figura clave, pero no lo es todo, están el Buró Político y los miltares», apunta Jaime Suchlicki
En todo caso, apunta que al nuevo primer secretario «lo van a escoger Raúl y otros dos o tres generales». Entre ellos señala a Luis Alberto Rodríguez López-Calleja , jefe de Gaesa, el entramado empresarial militar de cuba, y Álvaro López Miera , jefe del Estado Mayor General y miembro del Buró Político del Partido Comunista, que justo horas antes del congreso ha sido nombrado ministro de las Fuerzas Armadas.
Otros nombres destacados del Buró Político y de la generación histórica de combatientes de la revolución son los de Ramiro Valdés Menéndez , vice primer ministro, y José Ramón Machado Ventura , segundo secretario del Comité Central. «Ramiro tiene fuerza, pero no tiene comando de tropa en este momento», comenta Suchlicki, mientras que «Machado Ventura es ya muy viejo, aunque aún está funcionando».
El director del Centro de Estudios Cubanos apunta que también se habla de Gerardo Hernández , uno de los cinco espías de la llamada Red Avispa que fueron arrestados en Estados Unidos y que al regresar a Cuba «se convirtió en un tipo popular».
Además, Suchlicki señala que no hay que perder de vista a Alejandro Castro Espín , el hijo de Raúl que «hace unos años parecía que iba al Buró Político» y que «ha desaparecido de la palestra» desde los ataques sónicos al personal de la Embajada de EE.UU. en La Habana . «En algún momento lo van a hacer general, creo que eventualmente surgirá de nuevo», augura.
El hermetismo del régimen impide saber a ciencia cierta qué sucederá en el Congreso. Entre las escasas pistas están las que aportó el diario oficial del partido, ‘Granma’, en la nota publicada con motivo de la designación de los delegados. En ella únicamente se mencionaba entre «los compañeros electos», además de Raúl Castro, Díaz-Canel, Machado Ventura, Marrero y Valdés, al presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández , y al vicepresidente Salvador Valdés Mesa , pero ninguno de estos dos tiene peso real y, según Suchlicki, su mención es más bien un gesto de diversidad racial por parte del régimen, ya que ambos son afrocubanos. No se citaba a Leopoldo Cintra , hasta ahora ministro de las Fuerzas Armadas y sustituido ahora por López Miera.
«Díaz-Canel lleva dos años gobernando y nada se puede definir como un cambio», afirma Pedro Corzo
El escritor, periodista y presidente del Instituto para cubano en el exilio Pedro Corzo , evoca la célebre frase de ‘El Gatopardo’ para describir los acontecimientos en Cuba: «Todo cambia para que no cambie nada». «El régimen cubano siempre ha sido militar, desde hace más de 60 años, y se ha vestido de civil cuando le ha convenido», explica a ABC desde Miami. En este sentido, «Díaz-Canel lleva dos años gobernando y nada se puede definir como un cambio», continúa.
A su juicio, el Partido Comunista de Cuba no es en realidad «más que una entelequia, un aparato de ficción que no ha servido para gobernar» en lo que es sin más «una dictadura militar», en la que Fidel Castro simplemente «utilizó el marxismo como elemento de cohesión».
Por eso considera que, aunque Raúl Castro deje de estar en primera línea, «van a seguir los mismos que hay» en la actualidad. «Sigue siendo un gobierno muy cerrado, este régimen no tiene capacidad de evolucionar» , asevera. Cuando se cumple un nuevo aniversario de la ‘primavera negra’ de 2003, «sigue reprimiendo con la misma intensidad que hace 18 años y que hace 60», subraya.
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