Primera huelga general en Grecia contra el gobierno conservador de Mitsotakis

El país verá como no habrá transporte marítimo en todo el día, mientras que el servicio de transporte público y los ferrocarriles se verán afectados, en algunos casos con servicios reducidos. A la huelga se han unido también el personal docente de los colegios y hospitales públicos (que funcionarán con servicios mínimos), así como los trabajadores en el sector bancario y otras profesiones.

La protesta se realiza contra una serie de artículos por las que se cambiará la forma de convocar una huelga (utilizándose votación electrónica), el funcionamiento de los sindicatos en las empresas, la implementación de los convenios colectivos en algunos casos (en empresas deficitarias por ejemplo) y la creación de un registro de sindicatos. Ello supondrá un cambio radical en temas laborales, que los propios sindicatos relacionan con una pérdida de poder y un intento de pasar a ser controlados. Por su parte el gobierno considera que son unas reformas necesarias, cuyo objetivo es atraer más y mejores inversiones en el país y de esta forma conseguir mayor crecimiento económico y mejores empleos para los griegos. Algo que formó parte de las promesas electorales del nuevo primer ministro Kiriakos Mitsotakis y le hizo conseguir la victoria con mayoría parlamentaria.

La decisión del gobierno rompe los moldes de los sindicatos, acostumbrados durante muchos años a tener control sobre las huelgas y las negociaciones de los convenios colectivos. Y está claro que seguirán luchando por lo que podrían perder, como muestra el sindicato de los marinos, PENEN. Hace un llamamiento a todos sus miembros y marinos de todos los puertos del país a luchar contra el proyecto de ley para defender la huelga con todas sus fuerzas tanto con la huelga de hoy como en el futuro.

Por su parte las confederaciones del personal docente insiste en que el debilitar con este proyecto de ley al movimiento sindical «facilita el que el gobierno tome medidas contra los trabajadores y reduzca sus derechos laborales», insistiendo en que «no permitiremos esto. Los sindicatos pueden regular y salvaguardar su funcionamiento interno sobre la base de procesos democráticos y participativos que se deciden por las decisiones de sus órganos».