Macron trata de asumir el liderazgo europeo tras Merkel
El francés recibe al nuevo canciller alemán desde la atalaya de la Presidencia semestral de la UE
El pacto estratégico con la Italia de Draghi le permitirá jugar con más peso dentro del eje franco-alemán
Macron habla ayer con la prensa en el aeropuerto de la capital de Qatar, en su gira por el Golfo
El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere aprovecharse del vacío que ha dejado la canciller alemana Angela Merkel , mientras su sucesor, Olaf Scholz , va tomando posiciones en su nuevo puesto a la cabeza del Gobierno alemán. La coincidencia del relevo en la cancillería alemana ... con el inicio del semestre de la presidencia francesa le ha dado a Macron una palanca con la que piensa aumentar su peso en el seno del eje franco-alemán , que seguirá siendo necesariamente el centro de la política europea.
En Bruselas hace ya bastantes meses que no se avanza en ninguna de las discusiones esenciales, a la espera de que Alemania, el país más grande y poderoso de la UE, reorganizase su espacio político. La coincidencia en las fechas ha permitido que, en el momento en el que Alemania está de vuelta, sea Francia el país encargado de orientar estas discusiones. La más importante de las decisiones que se han de adoptar en Bruselas es la forma con la que se ha de volver a la sostenibilidad presupuestaria y cómo se expresará eso en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento cuyas reglas se encuentran suspendidas debido a los efectos catastróficos de la pandemia y los confinamientos.
En este aspecto, Francia ha aprovechado el periodo de interinidad en Alemania para sellar un pacto de cooperación con Italia , donde gobierna el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi , que tiene en común con Macrón su apetito por suavizar y flexibilizar las exigencias de rigor presupuestario, sobre todo en los países del sur. Cuando Macron y Scholz se reúnan por primera vez, el presidente francés podrá decirle a su socio alemán que detrás de sus opiniones está otro de los grandes países fundadores, cuya economía mantiene una potencia que no puede ser ignorada en ningún caso.
Francia es, de lejos, el país más fuertemente asociado a Alemania dentro de la UE, hasta el punto que se considera que para que las cosas funcionen es imprescindible que París y Berlín estén de acuerdo. El llamado eje franco-alemán no es siempre una balsa de aceite, pero es fundamental para los equilibrios en la UE y más ahora que ya no están los británicos para formar una coalición alternativa. Pero Alemania está condicionada por sus vecinos del norte y el este de Europa, tanto como Francia lo está por los suyos en el sur.
La cuestión nuclear
Sin embargo, en este caso el asunto que puede traer más dolores de cabeza a París y Berlín puede ser la cuestión nuclear . Francia es un país masivamente dependiente de la energía nuclear, mientras que Alemania ha decidido abandonarla y tiene ahora a los verdes en la coalición de Gobierno . Al mismo tiempo, Alemania ha construido su 'mix energético' con un polémico gasoducto que viene de Rusia y que no puede ser certificado porque Rusia se niega a cumplir las reglas del mercado europeo y separar al productor del comercializador. Ambos países tienen ahí un terreno para tratar de aproximar sus posiciones.
El punto débil de la estrategia de Macron es que el mes de mayo tiene que pasar por las elecciones presidenciales , siempre de incierto resultado. Es la primera vez que un país emprende el semestre de la Presidencia europea con un calendario partido por una convocatoria electoral. Normalmente, si sucede es porque ha habido un accidente político inesperado y si coinciden en el calendario se había buscado siempre un orden alternativo en el turno de países, para evitar que la gestión de la presidencia se vea influida por la campaña electoral. Macron ha preferido mantener su turno y cuando se le reprocha culpa a los británicos, por haber distorsionado el orden de las presidencias cuando decidieron salirse de la UE.
Así que se puede prever que el inicio de la presidencia francesa en enero será al mismo tiempo el inicio de la campaña presidencial de Macron, que probablemente va a poner todos los medios para poder sumar aspectos positivos en su currículum y distinguirse del resto de candidatos por ser el único que hace grandes cosas al frente no solo de Francia sino de la agenda de toda la UE. Aunque tarde o temprano Scholz acabará por ocupar el puesto que le corresponde a las dimensiones y a la posición de Alemania, pero para entonces Macron espera haber mejorado también el de Francia, dentro o fuera de la alianza entre estos dos países.