Macron, en la encrucijada, se dirige hoy a la nación para intentar despejar dudas sobre el futuro de Francia

Macron fue elegido presidente, en 2017, con el proyecto de «reformar Francia para refundar Europa» . La gran revuelta popular de los «chalecos amarillos», entre el 2018 y el 2019, seguida de la gran crisis sanitaria del Covid-19, paralizaron los grandes proyectos de reformas; y la refundación de Europa queda lejanísima. El gobierno y el partido presidencial dudan y están enfrentados sobre la oportunidad de relanzar las reformas pendientes, corriendo riesgos amenazantes. Macron debiera aclararse esta noche, a partir de las 20 horas.

Macron fue elegido presidente con la ambición de sanear las cuentas del Estado, suprimiendo decenas de miles de puestos de funcionarios, cuya nómina, muy gravosa, es la primera factura de los presupuestos nacionales. La pandemia ha agravado los déficits y la deuda pública. París se ha convertido en capital de la Europa del sur, muy alejada del rigor presupuestario de Alemania y la Europa del norte. El semanario financiero 'The Economist' se pregunta irónicamente si Macron no ha pasado de ser una esperanza «liberal a la francesa» a un presidente «socialista»: «más Estado, más deudas, más déficits».

La inquietante evolución de la crisis sanitaria, con brotes amenazantes de nuevas variantes del Covid-19, reclama medidas de urgencia de alcance imprevisible: la opinión pública espera una respuesta clara, ante los comportamientos y riesgos particulares e individuales. ¿Habrá nuevos confinamientos? ¿Cuándo saldremos de la crisis? Emmanuel Macron debiera responder esta noche a esas y otras preguntas, que tienen un evidente alcance político nacional y europeo.