Macron, ante la duda y el riesgo de su «revolución» pendiente

Entre finales del 2016 y la primavera de 2017, Emmanuel Macron resumió su ambicioso proyecto político personal , presidencial, con una sola palabra, «Revolución», el título del libro que fue la matriz de su programa electoral: «reformar profundamente Francia, para refundar Europa».

La cúspide de la pirámide de tan ambicioso proyecto fue el proyecto de Ley que debía reformar el sistema nacional de pensiones , confirmando la supresión de 42 regímenes especiales , sustituidos por un nuevo sistema único, sin modificar la edad oficial de la jubilación, a los 62 años. Ese proyecto fue aprobado en primera lectura parlamentaria por la Asamblea Nacional (AN), el 3 de marzo de 2020. La crisis sanitaria, la pandemia, paralizaron «sine die» la matriz de la revolución macroniana.

Dieciséis meses más tarde, a once meses de la próxima elección presidencial, el futuro político de Macron y, en cierta medida, el futuro político de Francia, está hipotecado a la respuesta y resultados ¿positivos? ¿negativos? a esa pregunta capital: «¿Relanzar la reforma que debía ser la columna vertebral de todas las reformas pendientes? ¿Aplazar indefinida esa promesa capital del candidato a presidente Emmanuel Macron?».

El presidente duda. Sus consejeros, su gobierno y su partido están muy divididos. Entre sus consejeros privados, Alain Minc, analista financiero emérito, consejero de varios presidentes, es partidario de enviar un mensaje fuerte: « Pasar la edad de jubilación oficial de los 62 a los 64 años ». Modificando o aplazando la revisión del gran proyecto global de supresión de 42 regímenes de pensiones especiales, sustituidos por un nuevo sistema único.

Bruno Le Maire, ministro de Economía, antiguo ministro de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, antiguo candidato conservador a la presidencia de la República, también es partidario de «relanzar» el gran proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones.

Entre todos los consejeros, parlamentarios, ministros y directivos de La República En Marcha (LREM), el partido de Macron, son muy mayoritarios los partidarios del «no te muevas, que es peor». El partido presidencial ha sufrido una grave derrota en las elecciones regionales. Parlamentarios, senadores, ministros y consejeros temen que una acción política que puede ser catastrófica, piensan, para ellos, para el gobierno y para el jefe del Estado.

La reforma del sistema nacional de pensiones fue aprobada en primera lectura, en la Asamblea Nacional (AN), tras varios años de polémicas y grandes movilizaciones sindicales, hostiles a la reforma. Si Macron decidiese relanzar la reforma, tendría que presentarla en el Senado y someterla a una segunda lectura parlamentaria. Macron duda. ¿Sigo o no sigo con esa reforma que puede darme una victoria importante o puede tener un costo político temible, si aumenta el rechazo social contra esa reforma?