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El hundimiento islamista

Pakistán da la espalda a los radicales en el primer viernes sin Bin Laden: apenas se manifiestan unas 1.500 personas

El hundimiento islamista MIKEL AYESTARÁN

MIKEL AYESTARÁN

Cinco de la tarde. Los responsables de Jamat e Islami (JI), principal partido islamista de Pakistán, envían mensajes de texto a los periodistas para avisar de que la gran manifestación contra la intervención americana y rezar por el alma del «mártir» Bin Laden se retrasa ... media hora por la lluvia. El lugar de inicio de la marcha es el Club de Prensa de Rawalpindi, donde un gran número de profesionales espera a los extremistas para cubrir su reacción tras la muerte del líder de Al Qaida el pasado lunes. Pese al llamamiento a echarse a las calles, apenas 1.500 personas se congregaron en Quetta. Lahore, Peshawar como Karachi, las otras grandes urbes del país, no registraron protestas importantes. Tampoco en Abbottabad, localidad donde fue abatido Osama, hubo movilizaciones en un día en el que las fuerzas de seguridad detuvieron a cuarenta personas por su presunta vinculación con el terrorista más buscado, según informó el centro oficial de inteligencia estadounidense, Open Source. La ciudad anexa a Islamabad, Rawalpindi, era la última esperanza islamista a media tarde.

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