«Marco Rubio está bien posicionado para llegar a presidente de EE.UU.»

Esta biografía «no autorizada» ha llegado a las librerías junto con «An American Son» , unas memorias del propio senador, adelantadas unos meses para coincidir con el lanzamiento del libro de Roig-Franzia, periodista de «The Washington Post». Rubio es uno de las opciones favoritas para acompañar a Mitt Romney en el tícket electoral como candidato a vicepresidente.

Algunas de las revelaciones que aporta «The Rise of Marco Rubio» ya fueron avanzadas las últimas semanas. Una de ellas es que a pesar de que el senador se presentaba como hijo de exiliados, sus padres emigraron a Miami en 1956 y por tanto no huían de Castro, que llegó al poder tres años después, si bien entonces ya no pudieron volver a la isla.

Otra es que de pequeño Rubio se hizo mormón con su familia, aunque pronto volvieron a la fe católica. Roig-Franzia, hijo de español y nieto de torero (el Niño de la Isla) , asegura que seguidores de Rubio agradecen que todo eso haya salido ahora, antes de que el senador se implique tarde o temprano en una campaña para llegar a la Casa Blanca. En esta entrevista, considera que su libro trata con ecuanimidad al político y le augura un “brillante futuro”.

-¿Será Marco Rubio el primer presidente hispano de EE.UU.?

-Marco Rubio tiene más posibilidades de ser vicepresidente o presidente de EE.UU. que ningún otro latino en la historia de este país. América está cambiando: un afroamericano ha llegado a presidente. Rubio es muy joven, tiene 41 años. Si esta vez no va en el tícket, puede presentarse dentro de cuatro años o de ocho, y para entonces el número de latinos con edad de votar, que ha crecido muy rápidamente, habrá aumentado aún más. Está bien posicionado para llegar a presidente.

-Ser de origen cubano, ¿le resta votos entre otros hispanos?

-Esa es una gran cuestión. Los cubanos son cerca del 4% de los latinos en EE.UU. La gran mayoría son mexicanos o centroamericanos, y hay cierta historia de tensión entre los dos grupos, porque los cubanos recibieron trato preferente por la situación política. Pero eso no quiere decir que Rubio no pueda atraer también a los no cubanos.

-Los hipanos votan más demócrata que republicano.

-Rubio tiene un carisma muy natural que le da acceso a mucha gente que tradicionalmente no tiene relación con el Partido Republicano. Pero ciertamente en inmigración ha mantenido posiciones contrarias a las de las principales organizaciones latinas, como su oposición a la ley Dream [naturalización de los hijos de los inmigrantes ilegales] y su opoyo a “eVerify” [comprobación electrónica del estatus de los inmigrantes]. Tiene trabajo por delante para rehabilitarse ante los latinos, pero ya ha empezado con ello, por ejemplo urgiendo a los republicanos a que cambien su tono cuando hablen de inmigración y sean menos divisivos.

-Llegó al Senado de la mano del Tea Party, pero previamente entró en el Parlamento de Florida con posiciones moderadas. ¿Qué piensa realmente?

-Al principio de su carrera como legislador parecía un campeón de la causa de los trabajadores del campo, muchos de ellos indocumentados, y defendió dar becas a los hijos de los inmigrantes ilegales, algo controvertido. Cuando llegó la campaña para el Senado, dejó de hablar de todo eso. Ganó popularidad entre los conservadores, sobre todo entre los que desean un gobierno más pequeño.

-¿Cree que le perjudican políticamente algunas revelaciones del libro?

-Al final los votantes decidirán si esas cosas cambian sus opiniones sobre él, pero personalmente no creo que las revelaciones cuestionen su brillante futuro, porque realmente lo tiene. Gente que ha leído el libro dice que le trato justamente y que la lectura permite conocerlo más profundamente. Lo que quería era presentar un equilibrado examen de una estrella ascendente en la política estadounidense.

-¿Por qué ha subido tan rápido?

-La gente no solo queda impresionada con él, sino que quiere ayudarle. He identificado algo constante en su carrera, que califico de aprendiz profesional. Una y otra vez ha impresionado a un político más experimentado, con su intelecto y energía, y ese político ha tomado interés en su éxito y le ha ayudado a alcanzar el siguiente nivel. Desde la alcaldesa de su localidad, en el área de Miami, cuando él apenas contaba con una veintena de años, hasta Jeb Bush, quien como gobernador de Florida le incluyó en su círculo de confidentes y aliados. Bush es un gran promotor de Rubio como candidato a vicepresidente, y eso que él mismo es postulado por otros.

-Si Rubio fuera en el tícket republicano, ¿le quitaría protagonismo a Romney?

-Rubio es un orador de mucho talento y aportaría mucha energía al tícket. Pero no hay que olvidar que ha sido político durante toda su vida adulta y sabe cómo funciona la jerarquía política. Si estuviera en el ticket sabría quedarse un paso atrás. Lo que no podría controlar es la reacción de la gente, y no hay duda de que genera más entusiasmo en sus discursos que Romney, al menos por ahora.

-¿Por qué escribió el libro?

-Me lo propuso la editorial y además siempre es interesante escribir el primer retrato definitivo de una figura política importante en EEUU. He encontrado una increíble historia de familia inmigrante: del abuelo en Cuba, que nació de una madre soltera y analfabeta y que vivió en una casa con tejado de ramas de palmera, al nieto que llegó al Senado de Estados Unidos.