Lula se vuelca a la desesperada en la campaña de Rousseff ante la pujanza de Neves

Preocupado por la posibilidad de que su candidata no sea reelegida, Lula tiene la agenda apretadísima con entrevistas a los medios locales, participa en la propaganda electoral televisada de Rousseff, viaja como hace mucho tiempo que no hacía junto a la candidata y a veces la apoya en otros puntos del país a los que ella no puede acudir.

Con los datos de los principales sondeos, que muestran a Neves ligeramente por delante de Rousseff -un 46% frente al 44%, técnicamente empatados-, Lula intenta demostrar que hay dos proyectos en juego y que la vuelta del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el mayor adversario del PT, puede significar un retroceso.

«En esta segunda vuelta tenemos dos proyectos muy diferentes en disputa. De un lado, quien gobierna mirando sólo a una minoría. Quien dejó que el desempleo reinara y permitió que el Fondo Monetario Internacional le diera órdenes a Brasil», declaró Lula en un mensaje difundido en las redes sociales.

«En cambio, nuestro proyecto gobierna para todos. Creó oportunidades de empleo y estudio para quien nunca las tuvo. Hizo que Brasil sea respetado internacionalmente», prosigue Lula en la grabación, que dura 45 segundos. El expresidente también lanza ataques directos a Neves , de quien dice ser amigo, pero sin embargo recientemente le ha llamado «hijito de papá».

Neves cuenta con un apoyo más discreto del expresidente Fernando Henrique Cardoso, uno de los principales blancos del PT contra los socialdemócratas. El candidato también tiene el respaldo de Marina Silva , la tercera más votada en la primera vuelta, quien el pasado fin de semana apareció por primera con él, tras darle oficialmente su voto. Ni Cardoso ni Silva tienen, sin embargo, la popularidad y el carisma que todos le reconocen a Lula.

Rousseff y Neves se enfrentaron este domingo por la noche en un debate de la cadena de televisión Record. Preocupados ante la reacción de los electores por el nivel de las acusaciones entre ambos candidatos, Rousseff y Neves cambiaron la estrategia de insultos y se concentraron en un debate más técnico y de propuestas. En esa ocasión, debatieron sobre economía y la corrupción en sus gobiernos y Petrobras .