Rousseff gana en Brasil y disputará la segunda vuelta con Aécio Neves

Y así se lo confirmaron los resultados oficiales, que la dieron una cómoda ventaja, el 41,53 por ciento de los votos, una vez escrutado el 93,5 por ciento de las papeletas, en una jornada en la que hubo una abstención del 19 por ciento . Detrás de ella quedaban los dos «segundones» en apretado pulso por pasar a un «ballotage» el 26 de este mes. El socialdemócrata Aécio Neves consiguió con el 33,63 por ciento de los votos imponerse sobre la ecologista Marina Silva (21,29 por ciento de los votos) y será el que dispute en segunda vuelta la presidencia de Brasil a Dilma Rousseff.

«Trabajo con la hipótesis de las dos vueltas pero eso sólo lo decidirán las urnas», reconoció la presidenta antes de conocer el escrutinio oficial. Confirmado ya que el socialdemócrata es el segundo más votado, Rousseff, en teoría y según las encuestas de estos días, tendrá el camino más despejado para su reelección . Interrogada ayer sobre sus preferencias, respondió con diplomacia: «Sería una falta de respeto decir que prefiero a uno u otro candidato. Quien decide es el pueblo».

Las encuestas del mismo sábado por la tarde, menos de 24 horas antes de que se abrieran las urnas, anticiparon un resultado similar y, por primera vez, colocaron a Neves en el «ballotage». Insólita esta práctica en otros países de Suramérica, Brasil termina resultando excepcional hasta en esto. Pero Aécio Neves anticipó que si, como esperaba, se confirmaba oficialmente su ascenso, «no será sorprendente. Lo veo con mucha naturalidad», comentó después de votar en la ciudad de Belo Horizonte acompañado de su mujer, la modelo Leticia Weber.

Marina Silva, la candidata que más le incomoda a Dilma Rousseff, votó en la ciudad de Río Branco, en Acre, el estado amazónico donde nació y donde vive su familia. «Confío en que estaré en la segunda vuelta. El deseo de cambio de los brasileños nos llevará a la segunda vuelta. Vamos a ganar siendo coherentes con nuestros principios», declaraba antes de conocer el escrutinio oficial. La candidata ambientalista celebró haber resistido la tentación de entrar en «la campaña sucia, en el juego sucio del debate. No vale hacer cualquier cosa a cualquier precio», aseguro. Silva apuntaba a la cascada de ataques políticos y personales, en especial, del PT y hasta de Luiz Inacio Lula Da Silva, su antiguo partido y su antiguo líder. También a la diferencia de tiempo en televisión asignada. Mientras la presidenta tuvo doce minutos ella apenas disponía de dos.

Los brasileños también renovaban la Cámara de Diputados (513 escaños), un tercio del Senado (27) y los 27 gobernadores ponían su cargo a disposición del electorado. En busca de un puesto en cualquier administración se presentaron 25.919 candidatos.