Los partidos de Turquía, en busca del voto kurdo

El pasado jueves, el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan presentó en el Parlamento el llamado «Proyecto de Ley para Acabar con el Terror y Reforzar la Integración Social», que se espera sea aprobado este verano. «Constituye una base legal para que todas las instituciones del estado contribuyan al proceso», indicó el viceprimer ministro Besir Atalay.

Esta nueva legislación otorga al gobierno el derecho a adoptar las medidas necesarias «en el campo de la seguridad, el desarme y los derechos humanos», así como a dar pasos «políticos, legales, socioeconómicos, psicológicos y culturales». La ley garantiza así la capacidad legal del ejecutivo de Erdogan, que lleva más de dos años negociando con la guerrilla kurda del PKK , para hacer las concesiones necesarias a cambio del fin de la lucha armada, incluyendo aspectos polémicos como una amnistía para los combatientes o el reconocimiento oficial de la lengua kurda.

Eso, por supuesto, no garantiza que el gobierno vaya a hacerlo, dado que estas medidas podrían provocar el rechazo de aquellos votantes ultranacionalistas turcos que se oponen a toda concesión a la minoría kurda. Pero la importancia del asunto es tal que apenas un día después, el opositor Partido Republicano Popular (CHP) presentó también su propia «iniciativa kurda» para solucionar el conflicto, aunque mucho menos definida que la de sus rivales políticos.

«No se puede encontrar una solución a este problema sin eliminar la polarización social y política creada en los últimos treinta años. La puesta en marcha de diferentes enfoques de los cuatro principales partidos políticos es lo que traerá una paz duradera», afirma el diputado Sezgin Tanrikulu. «El propósito de nuestro proyecto de ley es crear un diálogo directo y permanente entre partidos políticos, para minimizar las diferencias en sus enfoques y opiniones para una solución democrática», asegura el político en un comunicado.

Por ahora, el proyecto del AKP es el que parece ser más satisfactorio para los nacionalistas kurdos, hasta el punto de que el encarcelado líder del PKK, Abdullah Öcalan , lo ha calificado de «paso histórico». No obstante, los partidos políticos kurdos, de momento, mantienen su independencia, y se espera que la semana que viene anuncien la presentación de su propio candidato a las elecciones presidenciales, que podría atraer muchos votos que de otro modo irían a parar al partido de Erdogan.

«El AKP y nosotros somos rivales en las elecciones presidenciales. Si fuésemos aliados no estaríamos nominando a un candidato, y le estaríamos diciendo a nuestros electores que voten por el AKP», aseguró el líder del partido kurdo HDP, Selahattin Demirtas, quien probablemente será el candidato de esta formación a los comicios de agosto. Aunque sus posibilidades de ganar el sillón presidencial son nulas (su techo electoral apenas ronda el 10 %), la medida es una buena forma de presionar al gobierno para que siga haciendo concesiones en un momento en el que las negociaciones de paz se han visto sacudidas por varios incidentes graves .