La gendarmería turca mata a 2 activistas kurdos en una protesta nacionalista
El incidente pone en peligro el proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla kurda del PKK, que amenaza con ataques armados
DANIEL IRIARTE
La muerte de varios manifestantes kurdos –dos confirmados, y otros dos posibles- amenaza con hacer zozobrar el proceso de paz entre el gobierno turco y la guerrilla kurda del PKK. Tras una escalada de enfrentamientos en los últimos días entre activistas kurdos y miembros de ... las fuerzas de seguridad (varios de cuyos miembros han resultado también heridos), la gendarmería abrió fuego ayer contra los simpatizantes de la guerrilla en la localidad de Lice, en el sureste del país, provocando al menos dos muertos.
Un hombre de 50 años, identificado como Abdulaki Akdemir, falleció en el acto, mientras que un joven llamado Ramazan Baran murió al ser trasladado a un hospital. Se sabe de al menos un tercer herido que permanece en cuidados intensivos. El partido nacionalista kurdo HDP asegura que existen otras dos víctimas mortales, entre ellas una mujer de mediana edad.
El incidente es el más grave desde el inicio de las negociaciones de paz , en las que el PKK acordó un alto el fuego y una retirada gradual de sus combatientes de territorio turco . Sin embargo, los nacionalistas aseguran que el estado turco no está cumpliendo con su parte, como demuestra la construcción de decenas de nuevos cuarteles militares en las zonas donde opera el PKK. Desde finales de mayo se vienen produciendo protestas y disturbios en contra de estas edificaciones en varios puntos del sureste de Turquía.
Escalada de enfrentamientos
El sábado pasado, medio centenar de militantes kurdos trataron de bloquear la carretera entre las ciudades de Diyarbakir y Bingöl, usando maquinaria pesada tomada por la fuerza de una empresa local. Y en los últimos días, los choques entre los activistas y las fuerzas de seguridad han ido creciendo en intensidad, a pesar de los esfuerzos del encarcelado líder del PKK, Abdullah Öcalan , por mantener la situación bajo control.
«La realidad más importante es que el proceso ha alcanzado una nueva fase», declaró esta semana Öcalan a través del diputado del HDP Sirri Süreyya Önder, portavoz de una delegación que visita regularmente al líder del PKK en prisión. Önder indicó que Öcalan espera «pasos positivos por parte del gobierno que agraden a los ciudadanos kurdos» y llama a que ambas partes «eviten toda actitud que pueda dañar el proceso».
En el mismo sentido se expresa el gobierno. El viceprimer ministro Besir Atalay, encargado del proceso de paz, anunció la semana pasada que las negociaciones se encuentran ya en su segunda etapa, y que pronto se anunciará una «hoja de ruta» con pasos concretos a adoptar. «Si es necesario se harán cambios legales, y serán llevados al Parlamento. Tenemos que tener una solución», afirmó Atalay este viernes, indicando que el gobierno está considerando permitir el regreso de los guerrilleros que abandonen las armas, e incluso permitir su participación en la vida política del país.
El voto kurdo, decisivo
La mayoría de los analistas considera que el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogán necesita desesperadamente el voto de los ciudadanos kurdos si, como parece, decide presentarse como candidato a las elecciones presidenciales del próximo agosto. En ese sentido, se cree que el gobierno de Erdogán podría hacer concesiones importantes al movimiento nacionalista kurdo a cambio de su apoyo.
Sin embargo, los acontecimientos de los últimos días suponen un serio escollo en las negociaciones. La muerte de los manifestantes ha desatado una oleada de protestas en varias ciudades kurdas, e incluso en barrios de Estambul con gran población kurda, como Gaziosmanpasa y Okmeydani, donde este fin de semana se han producido importantes disturbios. En Bingöl, el distrito donde se han producido las muertes, militantes del PKK han quemado una decena de vehículos de obra a modo de sabotaje contra las construcciones, según informa la agencia Firat, afín a la guerrilla.
Pero el episodio podría tener consecuencias aún más graves si, como parece, los insurgentes kurdos vuelven a empuñar las armas. El Mando Central de Defensa del Pueblo, como se autodenomina la directiva militar del PKK, asegura haber realizado una operación armada contra soldados turcos como represalia por las muertes de Lice. «Ningún ataque quedará sin respuesta», afirma la organización en un comunicado. Esta acción guerrillera aún no ha sido confirmada por el ejército turco.
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