Christine Lagarde, la tapada para presidir la Comisión Europea
Además de ser la favorita de Angela Merkel, su elección podría venirle bien a François Hollande, cuya popularidad está en mínimos
Christine Lagarde, la tapada para presidir la Comisión Europea
Por encima de todos los debates electorales, en Bruselas se da por hecho que la francesa Christine Lagarde será la próxima presidenta de la Comisión Europea, o que al menos es la favorita de la canciller Angela Merkel.
«Además, necesitamos a una mujer», comentaba ... un embajador comunitario cuyo país está listo para apoyar a la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional, pese a la reputación que ha adquirido esa institución durante los años de la crisis financiera, «troikas» incluidas.
El hecho de que sea francesa no plantea un problema a la mayoría de países y podría incluso ser bueno para un François Hollande en el punto más bajo de la popularidad de un presidente de la República, que tendería puentes con el centro-derecha en los momentos difíciles que se prevén si se confirma la victoria del Frente Nacional en los comicios europeos. Además, teniendo en cuenta la delicada situación de la economía francesa, Lagarde sería una garantía de que la política comunitaria sería a la medida para ayudar a su país.
Nuevos nombramientos
En todo caso, el mandato que los líderes darán a Van Rompuy el día 27 incluirá, según fuentes diplomáticas, «todo el paquete de nombramientos» no solo el del presidente de la Comisión, para el que Lagarde cumple todos los requisitos, sino el de la presidencia del Consejo, que también se renueva y para el que Juncker parece estar hecho a medida , o el de presidente del Eurogrupo, al que aspira el ministro Luis de Guindos o el de Alto Representante de la política exterior.
La única fecha que no se puede cambiar es la de la elección del presidente del Parlamento, en el primer pleno de la legislatura el 30 de junio en Estrasburgo. Esa decisión dará una primera orientación de cómo serán las negociaciones posteriores. De acuerdo con la mayoría de versiones en el Consejo, Van Rompuy intentará retrasar todos lo demás para dejar cerrado el conjunto de cambios a la vez. Para ello tiene hasta noviembre, cuando termina el mandato de la Comisión.
Lagarde tiene como inconveniente que nunca ganó unas elecciones y, de hecho, no quiso presentarse a estos comicios, porque habría tenido que dejar su cargo en Washington sin tener la certeza de que fuera respaldada por los votantes. Pero, en este caso, el respaldo de Angela Merkel vale más que muchos votos.
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