Arranca en Estambul el principal juicio contra detenidos en las protestas de Gezi
A los 255 imputados se les acusa de «dañar un lugar de culto» por haber transformado una mezquita en un hospital de campaña
Arranca en Estambul el principal juicio contra detenidos en las protestas de Gezi
El juicio contra 255 participantes en las protestas por el parque Gezi del pasado verano, que desembocaron en una gran revuelta antigubernamental, dio comienzo en Estambul. A los acusados, entre los que hay siete extranjeros, se les imputan delitos que incluyen «participación en una ... protesta no autorizada», «interrupción de servicios públicos», «protección a criminales” y «causar daños a un lugar de culto». Por estos hechos, la fiscalía pide entre 1 y 11 años de cárcel.
No se trata del primer ni del único juicio por los incidentes de aquellos días, pero sí de uno de los que ha generado más expectación, tanto por el número de acusados como porque aquí se juzgan los sucesos de la mezquita del Sultán Bezmi Alem Valide. Este lugar, situado muy cerca de la oficina del Primer Ministro en Besiktas, fue utilizado por los manifestantes como hospital de campaña para atender a los numerosos heridos a manos de la policía.
El primer ministro Recep Tayyip Erdogan ha utilizado este episodio ante sus seguidores para condenar a los «impíos» manifestantes, a los que se acusa de haber entrado en la mezquita con zapatos y, según algunos testigos, llevando latas de cerveza. Este último extremo, sin embargo, fue desmentido por el propio imán de la mezquita, Fuat Yildirim. «Nadie trajo alcohol aquí. Si los manifestantes hubiesen visto a alguien bebiendo tras haberse refugiado aquí, ellos mismos le habrían expulsado», declaró entonces Yildirim.
Represalias contra el imán
Eso no impidió que Erdogan continuase utilizando este argumento en sus apariciones públicas, asegurando que tenía un video en el que aparecían jóvenes bebiendo alcohol dentro de la mezquita. El supuesto video nunca se hizo público. El imán Yildirim, en cambio, fue relevado de sus funciones y enviado a servir en una mezquita rural. «He pagado un alto precio, lo sigo pagando, y aparentemente lo seguiré pagando. Pero tengo la conciencia tranquila», declaró tras el traslado forzoso.
En otros juicios similares, la fiscalía ha solicitado entre 7 y 29 años de cárcel para los 26 miembros principales de la Plataforma de Solidaridad con Taksim , los organizadores de la acampada de protesta en el parque Gezi, por «pertenencia a una organización criminal». La primera sesión está prevista para el próximo 12 de junio. Del mismo modo, en la ciudad de Izmir está teniendo lugar un proceso contra 29 personas que tuitearon mensajes de apoyo a las protestas, a quienes se acusa de «incitar al público a quebrantar la ley», y que Amnistía Internacional ha calificado de «juicio farsa».
Estos procesos están caldeando una atmósfera ya de por sí cargada, a pocas semanas del aniversario de las protestas de Gezi. También lo ha hecho la decisión del Consejo de Estado de Turquía, anunciada ayer, de cancelar el proyecto de peatonalización de la plaza de Taksim (donde se encuentra el parque Gezi) promovido por el gobierno de Erdogan. El Consejo ha optado por respetar la decisión del Primer Tribunal Regional de Estambul, que había ordenado paralizar el proyecto hace ya un año, ante la oposición de organismos como la Cámara de Planificadores Urbanos de Estambul.
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