La oposición argentina hace frente común para heredar la Casa Rosada en el 2015
La corrupción es el principal reproche que le echan en cara a los líderes kirchneristas
La oposición argentina hace frente común para heredar la Casa Rosada en el 2015
Los partidos que representan a la oposición, con diferentes tendencias a la izquierda, hicieron su presentación oficial agrupados en la coalición Frente Amplio-UNEM con vistas a las elecciones presidenciales de 2015. Radicales, socialistas y diferentes versiones políticas identificadas con el progresismo se «encolumnaron» para tratar ... de derrotar al peronismo que hoy gobierna y que, con otro candidato que no sea Cristina Fernández de Kirchner que lo tiene prohibido por la Constitución, querría seguir mandando desde la Casa Rosada después del año que viene.
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«Los partidos y dirigentes que suscribimos la presente manifestamos nuestra firme voluntad de conformar una coalición política en el orden nacional que brinde a la Argentina una alternativa de Gobierno». La declaración de principios vino acompañada de referencias a la necesidad de que Argentina recupere «una ética pública» y unos dirigentes que puedan tener como seña de identidad la carta limpia de la honestidad. Los aplausos retumbaron con fuerza en el Teatro Broadway de Buenos Aires cuando se leyeron esos puntos del manifiesto. La corrupción descarada o encubierta bajo un sin fin de disfraces del poder es, entre otros, uno de los mayores reproches que se hacen a la larga década Kirchnerista que arrancó el 25 de mayo del 2003 con la investidura de Néstor Kirchner y siguió, hasta nuestros días, con su esposa Cristina Fernández.
Principales espadas
Las principales espadas de este frente común opositor, a veces difícil de aliñar en términos políticos, son Elisa Carrió ( Coalición Cívica ), el cineasta y diputado Fernando «Pino» Solanas ( proyecto Sur ), el ex gobernador de Santa fe Hermes Binner (Partido Socialista) y Ernesto Sanz junto al ex vicepresidente Julio Cobos, ambos de la Unión Cívica Radical a la que perteneció el difunto Raúl Alfonsín.
A este frente también pertenece el diputado Gustavo Vera, coordinador de la ONG La Alameda con la que colaboraba estrechamente el Papa cuando era el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio. Vera, incluido en las listas de Unem en las pasadas elecciones legislativas, no asistió a la puesta de largo de la coalición de cara a las presidenciales del próximo año al considerar incompatible con sus principios compartir espacio físico (y del otro) con políticos a los que censuró.
«No puedo estar denunciando y al otro día subirme a un escenario con esos mismos dirigentes como si fuera un show». Vera apuntaba, entre otros, a los socialistas que gobiernan Santa Fe, provincia donde el narcotráfico ha ganado terreno de forma alarmante en los últimos años y al jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri (Pro) que encarna la oposición de tendencia conservadora con la que algunos sectores de UNEM querrían asociarse.
«Algunos dirigentes no niegan acuerdos con Pro. Y en ese caso -aseguró Vera- ya no tenemos nada que ver con esta fuerza (UNEM). Nunca iría a un lugar donde se plantea una alianza con un partido contra el que he hecho una inmensa cantidad de denuncias pro su gestión». Dicho esto, lamentó que Unem «ahora se muestra como una especie de gran frente antiperonista, asociando toda la mafia y la corrupción a los peronistas» cuando otros partidos no todos están libres de pecado.
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