Matteo Renzi asume el reto del nuevo Gobierno y anuncia una inminente reforma constitucional

Tras la entrevista con el presidente, Matteo Renzi ha hecho una breve declaración, con tono serio acorde con la trascendencia del momento, afirmando que había adquirido “un compromiso muy serio y significativo”, subrayando que su horizonte está en un trabajo para toda la legislatura, que concluye en el 2018. Renzi ha hecho una relación de cuál será el trabajo de su gobierno para los próximos meses, y éste será el contenido que planteará en sus consultas con los partidos políticos que formarán la coalición: “reformas constitucionales y ley electoral, en febrero; cuestión laboral, en marzo; reforma de la administración pública, en abril, y fiscalidad en mayo”.

Renzi deberá ahora abrir una serie de consultas con los partidos políticos, especialmente con los que deberá formar la coalición de gobierno. El primer obstáculo es llegar a un pacto con Angelino Alfano , exberlusconiano, líder del Nuevo centroderecha (NCD), partido que será clave para darle mayoría en el Senado. Alfano exige, entre otras cosas, que su partido cuente con tres ministerios importantes en el gobierno. El temor de Angelino Alfano es que su grupo sea irrelevante si Matteo Renzi establece un acuerdo “subterráneo” con Silvio Berlusconi , con quien ya ha establecido una alianza para las reformas institucionales (ley electoral, Senado y modificación artículo V de la Constitución referido a las reiones y provincias). Se explica así la guerra abierta entre Alfano y Berlusconi, con un durísimo ataque mutuo. Il Cavaliere calificó a Alfano y su partido de “idiotas útiles de la izquierda”. A su vez, el líder del NCD le ha respondido que “Berlusconi es irreconocible a mis ojos, rencoroso y violento que se rodea de útiles idiotas”.

Las consultas de Renzi podrían durar hasta el jueves. Se podría presentar entonces al presidente de la República con su lista de ministros y proceder al juramento como primer ministro. El viernes el nuevo jefe de gobierno iría al Senado para pedir el voto de confianza, y el sábado lo haría en la Cámara de Diputados.

A pesar de las dificultades, Matteo Renzi grita que nadie le pondrá frenos y será capaz de iniciar su “revolución”. María Elena Boschi, de 33 años, a la que se dará como segura ministra, explica así esa revolución “renziana”: “Significa que no estará con un estilo cauto, de moderador, prudente, sino que llega a primer ministro con la condición de hacer una revolución en el país, que es lo que ha faltado en estos meses. Renzi quiere una terapia de choque, discontinuidad, una diferencia profunda con respecto al pasado”.

La prioridad en el gobierno Renzi será el relanzamiento de la economía. No ha dicho cuáles serán sus primeras medidas, pero uno de sus principales consejeros, el empresario Oscar Farinetti, cuyo nombre sonó como futuro ministro aunque él lo ha descartado, considera que éstas son las medidas que Renzi adoptará de inmediato para evitar la muerte de la economía Italia, que ve cerrar 100 empresas cada día: “”Drástica reducción fiscal a las empresas, recortes radicales en la burocracia y simplificación en las normas del trabajo con el establecimiento del contrato único”.

Todos saben, y Renzi el primero, que el nuevo gobierno no podrá perder ni un minuto.