Turquía detiene a 29 personas por «incitar a los disturbios» en Twitter

«Hemos sabido que a nuestros compañeros se les sometió a identificaciones antes en la estación de policía, así que sospechamos que se han tomado sus nombres de allí», asegura Sevda Erkan, abogada y secretaria provincial del Partido Republicano (CHP), al que pertenecen los familiares de muchos de los detenidos. «Estas afirmaciones son cosas que todos compartimos», dice Erkan, quien afirma haber estudiado los tuits de los jóvenes y no haber encontrado rastro de los delitos que menciona la policía.

«Eran cosas como ‘Encontrémonos aquí’ o ‘La policía viene’. Algunos pedían médicos, otros bromeaban sobre estar hinchados de gas. Había cosas como ‘Resiste, no dejemos la plaza abandonada’ . Había algunos insultos, pero no eran muy duros», ha declarado la abogada al diario «Hürriyet Daily News».

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan , arremetió recientemente contra Twitter, donde, aseguró, «se difunden mentiras absolutas» sin que luego las rectifique nadie. «Esa cosa que llaman redes sociales no es más que una fuente de problemas para la sociedad actual», aseguró durante una rueda de prensa televisada. El viceprimer ministro, Bülent Arinç , se quejó también de que estos medios se utilizaban para publicar «noticias falsas» sobre la situación. «¡Miren estos tuits! Son ellos quienes quieren masacrar a la policía», declaró.

«Más documentales de pingüinos»

Ante la escasa cobertura que los medios de comunicación han dedicado a las protestas, a pesar de su virulencia y extensión, medios como Facebook o Twitter han sido ampliamente utilizados por los manifestantes para difundir imágenes de la violencia policial (como la imagen de un estudiante con la cuenca del ojo vacío por una bala de goma , que ha traspasado fronteras). En las principales cadenas de televisión turcas se obviaron las protestas mediante la emisión de programas «familiares», como documentales de animales o talleres de manualidades. Una circunstancia que los manifestantes protestaron, con bastante humor, llamando en masa a las televisiones para pedir «aún más documentales de pingüinos».

Pero las críticas en las redes sociales no son los únicos quebraderos de cabeza que enfrenta el gobierno turco. La organización activista RedHack ha saboteado esta mañana la web del Primer Ministro , entre otras acciones realizadas contra las páginas gubernamentales en los últimos días.