Luces y sombras de Erdogan en el poder
El primer ministro turco es el político más famoso en ese país desde Atatürk. Arrasa en las urnas e impulsa el avance económico, pero el autoritarismo ensombrece su gestión
daniel g. iriarte
A pesar de que la furia de los manifestantes se centra ahora en la persona de Recep Tayyip Erdogan, no hay que perder de vista que no ha habido otro político turco tan popular desde la muerte de Mustafa Kemal Atatürk . En un ... país en el que el establecimiento de coaliciones ha sido prácticamente un requisito necesario para gobernar, Erdogan ha ganado las elecciones en solitario en tres ocasiones, las dos últimas por mayoría absoluta . De modo que el primer ministro probablemente no farolea cuando dice que «si la oposición puede sacar a cien mil personas a la calle, yo puedo sacar millones».
Una de las claves de su éxito es el espectacular crecimiento económico –que en 2011 solo fue superado por el de China y Argentina- debido a unas reformas liberalizadoras profundas , al tiempo que establecía importantes programas asistenciales para los más desfavorecidos y mejoraba el sistema de salud pública. Además, ha reformado profundamente el sistema judicial , sometiendo al ejército al poder civil y rompiendo la endogamia de un cuerpo jurídico cuyos miembros se elegían unos a otros, casi siempre por afinidades ideológicas.
Del mismo modo, durante los primeros años en el poder, el país mejoró sensiblemente su expediente de derechos humanos y respeto a las minorías , en parte debido al proceso de adhesión a la Unión Europea. El AKP es el único partido que ha tratado de ofrecer una salida negociada al conflicto kurdo, que por primera vez parece en vías de solución.
Ankara y la UE
No obstante, el desencanto con la UE, unido al fortalecimiento de la base electoral del AKP, ha llevado a sus líderes, especialmente a Erdogan, a adoptar un comportamiento cada vez más autoritario , que a su vez ha producido un enorme deterioro de las libertades civiles. Turquía es el país del mundo con mayor número de periodistas encarcelados, y las crecientes imposiciones de corte religioso –desde las multas por «inmoralidad» a varios programas de televisión, las recientes condenas por blasfemia a diversos intelectuales o las restricciones al consumo de alcohol - hacen temer a un importante sector de la sociedad turca que puedan encontrarse en la antesala de un gobierno islamista autocrático.
Luces y sombras de Erdogan en el poder
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