La matanza ignorada de Israel contra Estados Unidos: «No iremos a la guerra por unos pocos de nuestros marines»
«¿Puedes ver la bandera?», preguntó el piloto israelí aquel 8 de junio de 1967, a lo que su compañero respondió: «Sí, es de Estados Unidos. Repito: es de Estados Unidos». Aún así, bombardeó el buque de investigación USS Liberty y mató a 34 estadounidenses
La polémica carta de 1917 que pidió por primera vez un Estado para los judíos en Palestina
Último supervivientes del USS Liberty rescatado tras el ataque de Israel
La conversación se produjo hace más de medio siglo, cuando no había pasado ni una semana del inicio de la Guerra de los Seis Días. En concreto, poco antes de las 14.00 horas del 8 de junio de 1967. Un piloto de Estados ... Unidos que sobrevolaba las aguas internacionales del norte de la península del Sinaí, a unas 25 millas de la ciudad egipcia de El Arish, preguntó nervioso: «¿Puedes ver la bandera?». Su compañero respondió alterado: «Sí, es de Estados Unidos. Repito: es de Estados Unidos», según publicó el diario 'Chicago Tribune' en 2007, tras husmear en los archivos oficiales de Washington.
Aunque la identificación no había dejado lugar a dudas, varios cazas de la Fuerza Aérea Israelí (IAF, según las siglas en inglés) bombardearon el buque USS Liberty, causando 34 muertos y 173 heridos por los que el Estado hebreo jamás recibió ninguna represalia en respuesta por parte de Estados Unidos. No hubo venganzas y ambos países decidieron correr un tupido velo, quizá para no desatar una guerra a gran escala entre estos dos aliados tradicionales. Israel siempre defendió que lo había confundido con un barco egipció y pidió perdón.
«Expresamos nuestro profundo pesar por los treinta y cuatro amigos que murieron a manos nuestras en combates en los que no deberían haber participado. Que su memoria sea bendecida», puede leerse en una placa conmemorativa del Museo Naval de Haifa. Israel ofreció indemnizar a las víctimas y a sus familias a las 48 horas del ataque. Un año después, pagó 3,32 millones de dólares a las familias de los fallecidos; en 1969, otros 3,57 millones a los heridos, y en 1980, seis más por los daños materiales.
Ambos gobiernos llevaron a cabo investigaciones y emitieron informes independientes, pero coincidían en que el ataque había sido un error debido a la confusión israelí sobre la identidad del barco. Muchos estudios paralelos y las versiones de algunos funcionarios estadounidenses y de los supervivientes del ataque rechazan estas conclusiones y siguen defendiendo que el ataque fue deliberado. La mayoría de estos últimos bajo la creencia de que Israel intentaba impedir que los dispositivos de escucha del USS Liberty escucharan los planes de Tel Aviv de ocupar los Altos del Golán de Siria, tal y como ocurrió al día siguiente.
El primer ataque
Cuando tuvo conocimiento de la presencia de un buque no israeló en las aguas de la península del Sinaí, la IAF envió dos aviones de combate Mirage III poco antes de las 14.00. Exactamente a la 1.57, el jefe de los controladores aéreos, el teniente coronel Shmuel Kislev, autorizó el ataque y los cazas se lanzaron sobre la nave y atacaron con cañones y cohetes de 30 milímetros, en unos minutos de gran confusión sobre el que han surgido versiones muy dispares en las últimas décadas.
El ataque se produjo después de que la tripulación hubiera completado un simulacro de ataque químico con el capitán McGonagle en el puente de mando. Todos los participantes se encontraban parados sobre la cubierta con los cascos y chalecos salvavidas quitados. Ocho tripulantes murieron inmediatamente y 75 resultaron heridos con la primera ofensiva. Además, se cortaron las antenas, se incendiaron los bidones de gas y se derribó la bandera del barco.
McGonagle, herido en un brazo y una pierna, envió una petición urgente de ayuda: «Ataque de aviones no identificados, se requiere asistencia inmediata». La ayuda no llegó y dos Dassault Mysteres armados con bombas de napalm continuaron con la matanza sobre este buque amigo que no tenía ninguna función militar ni el más mínimo empeño en lanzar un ataque. En ese momento, gran parte de la estructura del barco se incendió. Ante la ausencia de disparos de respuesta, Kislev advirtió de que el objetivo podría ser israelí y se puso en contacto con todos los barcos israelíes de la zona para descartar este supuesto.
El USS Liberty, tras el ataque
El segundo ataque
La Armada israelí envió después a dos helicópteros Hornet para buscar supervivientes y por un instante se detuvieron los ataques. En ese intervalo, los tripulantes del Liberty izaron una gran bandera americana. Sin embargo, divisaron una serie de torpederos acercándose rápidamente, sin que pudieran identificar de qué nacionalidad eran. McGonagle ordenó entonces a un marinero que se dirigiera al puesto 51 de la ametralladora y abriera fuego, aunque en el último momento se dio cuenta de que los barcos enarbolaban la bandera israelí y el capitán mandó detener el ataque.
Las órdenes no llegaron a tiempo y varias ametralladoras lanzaron ráfagas. La confusión aumentó y los torpederos devolvieron el fuego con sus cañones, matando al timonel de Liberty. A continuación lanzaron cinco torpedos más, uno de los cuales alcanzó al buque en el lado de estribor por delante de la superestructura, creando un agujero de 12 metros en el espacio creado para los equipos de investigación. Murieron otros 25 marinos estadounidenses e hirió a varias docenas más. Los torpederos se acercaron después y ametrallaron el casco del barco con sus cañones y ametralladoras.Fue en ese momento cuando se detuvo la ofensiva.
Según la investigación del 'Chicago Tribune' cuarenta años después, el entonces secretario de Defensa, Robert McNamara, ordenó a los cazas norteamericanos que fueron a defender al USS Liberty que regresaran a sus bases. J.Q. Hart, destinado en Marruecos y coordinador de las operaciones de la VI flota, asegura que oyó decir a McNamara: «El presidente Johnson no va a ir a la guerra o a violentar a un aliado de Estados Unidos por unos pocos marines».
La bandera
Los supervivientes, por su parte, afirmaron que desde la mañana del 8 de junio vieron aviones israelíes sobrevolar al buque. Eso indicaba que era imposible que no identificaran al Liberty como barco de Estados Unidos. Además, el navío tenía su nombre escrito en caracteres latinos y no en caracteres árabes y la bandera ondeaba en lo alto de los mástiles del barco. Los israelíes siempre han negado este último punto. Otras fuentes teorizan con que se trató de un ataque de Israel con el objetivo de atraer a Washington a la guerra, haciéndose pasar por fuerzas egipcias u otras fuerzas árabes.
Tras el incidente, muchos supervivientes abandonaron el Ejército y algunos están todavía bajo tratamiento psicológico. El Congreso estadounidense siempre ha rechazado tocar el tema, pese a la insistencia de los supervivientes y los testimonios presentados.
Ver comentarios