Carta a Darío Valcárcel
En ABC Cultural Darío Valcárcel publica una recensión sobre el libro de Carlos Garaikoetxea «Memorias políticas» en la que parte de errores de base para luego sacar unas conclusiones vulgares. El más importante error es tratar de relacionar la construcción de las naciones en Europa con nuestro problema vasco. Y dice: «El País Vasco ha pactado desde el siglo XIII su vinculación primero a la Corona...». Falso. El País Vasco no pactó nada porque nunca existió como sujeto de derechos, o como entidad jurídica, política y administrativa (salvo unos meses en 1936 con el Estatuto de Guernica) hasta el Estatuto y el Concierto que se aprobaron gracias a la Constitución de 1978. Los territorios forales, cada uno por su cuenta y en fechas muy alejadas, fueron pactando con la Corona en documentos de diverso contenido, integrándose desde el S. XIII en la Corona castellana y posteriormente en el Estado español, al que nutrieron de gran número de funcionarios para llevar adelante la administración central desde el reinado de los Austrias. Y la Constitución española no se refiere al País Vasco, sino a estos territorios históricos o forales que más tarde acuerdan unirse para formar la Comunidad Autónoma con base en la ley fundamental. Esto, que es tan claro, puede significar que si esa ley fundamental se cuestiona, alguno de estos «territorios históricos» podría decidir la ruptura del pacto que dio origen a la actual Comunidad Autónoma.
Otro importante error de análisis lo realiza Darío Valcárcel cuando defiende cándidamente «...Ojo, se trata de votar si los ciudadanos vascos tienen o no el derecho a autodeterminarse, no sobre el fondo de la cuestión». Esa votación está viciada en el fondo, y es y sería nula, porque aquellos vascos que defienden la Constitución española no pueden expresarse libremente, no tienen ningún control sobre los medios de comunicación públicos manejados por el PNV, y los partidos políticos que los representan no pueden controlar el proceso ni exponer sus ideas porque los pistoleros nacionalistas matan a sus miembros.
Y error más elemental cuando dice don Darío que «...los terroristas son una cosa y el PNV otra, diametralmente distinta». Ese adjetivo «diametralmente» con sentido de absolutividad sobra porque, puestos al caso, se hubiera acercado más a la realidad si hubiera dicho que unos y otro son «esencialmente» lo mismo y esto porque los dos comparten el mismo objetivo último: la segregación del País Vasco de España, por las buenas o por las malas.
Y finaliza Valcárcel su malhadado comentario diciendo sin más: «Quienes hoy tienen la responsabilidad de vencer al terrorismo han fracasado. El airado Aznar ha dado ejemplo». Otra falsedad acompañada de un insulto gratuito. Como estoy de vacaciones no poseo mi fichero para dar cifras, pero sí sé, por el desamparo y la tristeza que nos produce, que un solo muerto ha habido este año a manos de ETA y que nunca se ha detenido a tantos terroristas como en los últimos años de gobierno popular. Y este Gobierno está dirigido por el señor Aznar al que los vascos de siempre, esto es, de los del siglo XIII hasta ahora, le estamos muy agradecidos. Si el PSOE y el PP siguen unidos en este tema, el final del terror lo veremos todos, usted y yo, aunque ya tengamos nuestros añitos.
Manuel Garaizábal.
Elorrio.
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