Sheila Casas y Álvaro Muñoz Escassi son estrellas: relación superviviente, lágrimas y amor ante las cámaras

Más de 100 días llevaba el jinete bajo el sol y los quebrantos del reality. Y llegó el momento del reencuentro. Hasta aquí, más o menos lo de siempre. Lo que pasa es que ellos lo hicieron mejor que la mayoría. Empezó en sorpresa, derivó en abrazo y concluyó en romanticismo y pasión a ojos de millones. Álvaro Muñoz Escassi se desmoronó. Literalmente. Y la audiencia, con él.

El jinete, finalista tras más de tres meses de supervivencia, entraba en el plató visiblemente abatido. Como si se le hubieran echado encima los años. «Estoy completamente derrotado», confesaba entre lágrimas, presagio de lo que vendría. Entonces, oh sorpresa, aparecía la enamorada Sheila Casas. Y así, sin mediar palabra, se fundía con su pareja en un abrazo que en realidad era el de millones de espectadores mientras los medidores de audiencia bramaban. El aparato explotó cuando llegó el beso.

Porque sí: Álvaro Muñoz Escassi y Sheila Casas juntaron sus labios para protagonizar el beso de España. Corazones encogidos, piel de gallina, ojos húmedos. El sello definitivo a una relación que comenzó llena de recelos y sospechas para acabar generando la máxima empatía del espectador.

Bien es cierto que a lo largo de todo el concurso, Álvaro Muñoz Escassi no ha dejado de hacer referencia y recordar a su pareja. Ha dado hasta besos a un tatuaje que lleva su nombre, como si fuera un futbolista después de marcar un gol. Así hasta llegar a ese momento que Jorge Javier Vázquez capta como nadie. «¿Le quieres?», preguntó el avispado presentador, a lo que Sheila Casas, sin pestañear, respondió: «Le amo». Definitivo.

El plató no podía más y, casi en representación de todo un país, rompió en aplausos en una ovación interminable mientras veía cómo Álvaro Muñoz Escassi sellaba la declaración con otro beso. Un reencuentro de película. O de televisión, más bien.

Parece que han pasado 11 años, pero solo han transcurrido 11 meses desde que Álvaro Muñoz Escassi rompiera (o al revés) con María José Suárez y diera origen a una cosa muy fea, llena de chismes y especulaciones sobre supuestos comportamientos del jinete poco decorosos. Después, al hombre se le asoció con no pocas mujeres, incluyendo la actriz Hiba Abouk, y muchos hablaron de cierta incontinencia sexual.

Entonces llegó Sheila Casas y no pocos afirmaron que solo era un rostro más que asociar al jinete. Pero aquello fue progresando, para sorpresa de muchos, y los dos no ocultaron que la historia avanzaba, publicando cada vez más encuentros íntimos en las redes sociales. Así hasta llegar al momentazo de ‹Supervivientes' que sin duda marca un antes y un después. Ya se habla incluso de pareja del verano. Dn este momento, la cámara los adora.