Nuevos detalles sobre el juicio de divorcio de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana: ya hay fecha para el juicio

De momento, se sabe que será un juicio sin jurado y de carácter presencial, lo que obligará a la extenista y a su exmarido coincidir nuevamente. Un momento que será tenso, teniendo en cuenta que llevan años enfrentados por cuestiones económicas y patrimoniales que surgieron tras su separación en 2018.

'Vanitatis' también señala que el expediente judicial supera el millar de movimientos procesales. Además, detalla que el juez ha fijado una fecha previa al juicio, el 21 de noviembre de este año, donde se llevará a cabo una audiencia solicitada por la defensa de Arantxa. En ella, se pedirá que el tribunal obligue a Santacana a rendir cuentas económicas por supuestamente no entregar la documentación financiera exigida y, además, que se le impida vender bienes conyugales mientras el proceso siga abierto.

El largo retraso del juicio no ha sido casual. La complejidad del caso tiene que ver con las estrategias legales de ambas partes. En 2018, Josep Santacana interpuso la primera demanda de divorcio en Miami, pero poco después intentó trasladar el proceso a Barcelona. Su maniobra fue frenada por la propia Arantxa, quien registró su demanda en el mismo juzgado de Miami apenas cinco horas después de que su entonces marido retirara la suya, asegurándose así de que el caso permaneciera bajo jurisdicción estadounidense.

En España, los tribunales acabaron desestimando el procedimiento al considerar que debía resolverse en Estados Unidos, donde residía la pareja durante buena parte de su matrimonio. Allí, la ley permite investigar a fondo el patrimonio de ambas partes, un punto clave para la extenista, cuyo objetivo siempre ha sido que su exmarido revelara su situación económica ante la justicia.

El caso Sánchez Vicario–Santacana es uno de los más mediáticos y extensos de los últimos tiempos. A su complejidad sentimental se suma un trasfondo financiero que ha marcado el destino de la exdeportista. La exnúmero uno del mundo llegó a poseer una fortuna cercana a los 30 millones de euros, fruto de su exitosa carrera deportiva. Sin embargo, esa cuantiosa suma desapareció con los años, especialmente durante su matrimonio con Santacana.

Inicialmente, Arantxa responsabilizó a sus padres de su difícil situación económica, pero con el tiempo las investigaciones señalaron la gestión que su exmarido realizó de su patrimonio. Paralelamente, en Barcelona se abrió una causa penal a raíz de una denuncia del Banco de Luxemburgo, que acusa a ambos de insolvencia punible.

Mientras la fecha del juicio se acerca, las vidas de Arantxa y Josep han seguido caminos completamente opuestos. La medallista olímpica, que ha optado por una vida discreta, se mantiene plenamente centrada en la crianza de los dos hijos que tuvo con Santacana y no se le conoce pareja estable desde su ruptura.

Por su parte, el empresario catalán ha rehecho su vida. Fue padre nuevamente hace algo más de un año, fruto de su relación con su actual pareja, la misma mujer con la que comenzó un romance cuando aún estaba casado con la extenista, según recoge el citado medio.