Maximiliano de Habsburgo: «Ayudar a personas con adicción es muy bonito»

El aristócrata creó la Fundación Recal tras la muerte de una de sus hermanas por culpa de las drogas

Maximiliano de Habsburgo: el archiduque que recorría las calles con una furgoneta para ayudar a los drogadictos

Maximiliano de Habsburgo D. R.

Hijo del Archiduque Fernando de Austria y la condesa Elena zu Toerring-Jettenbachia, Maximiliano de Habsburgo aterrizó hace más de 40 años en España para aprender el idioma, sin embargo su amor por nuestro país caló hasta tal punto que decidió ... quedarse y echar raíces.

El aristócrata vivió muy de cerca el drama de las drogas en los años 80: «Una de mis hermanas se murió por la adicción. Eso me afectó mucho y me motivó para fundar RECAL», reconoce a ABC. Desde hace 23 años , esta fundación ofrecen ayuda a personas con adicción al alcohol, drogas, tabaco, ludopatía, nomofobia y sexo: «Ahora mismo hay 25 camas y unos 50 pacientes que acuden al centro de día», explica. Una clínica que trabaja con el Programa Minnesota «donde el paciente pasa por doce pasos, que empiezan por admitir que es adicto y luego hacer una limpieza de su pasado y todo el mal que ha hecho para intenta repararlo. El último paso es que el adicto intente en su vida sobria ayudar a otros a recuperarse», de hecho, «por la fundación han pasado cientos de personas y algunas de ellas han vuelto para trabajar como monitores e incluso terapeutas. Es un trabajo muy bonito», reconoce orgulloso.

Además, también dan apoyo integral a las familias para acompañar el proceso de recuperación. «Vemos que cuando la familia se involucra hay un 40 por ciento más de recuperación», asegura.

Anoche, Maximiliano de Habsburgo celebró en la Federación de Golf de Madrid una cena benéfica con el objetivo de recaudar fondos «para nuestros pacientes sin medios económicos» y «presentar proyectos nuevos», dice en referencia a RECAL TA, un espacio dedicado a trastornos de la alimentación: «Nos llamó la atención que después de la pandemia este problema aumentase en casi un 30 por ciento y pensamos que había que hacer algo», explica.

Una cena a la que acudieron alrededor de 300 invitados, entre los que se encontraban Jaime de Marichalar, María Chávarri, Inés Domecq junto a su esposo Javier Martínez de Irujo o su hermana Sofía de Habsburgo, entre otros muchos.

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