Lily Allen y David Harbour se separan tras cuatro años de matrimonio: «Está devastada»

«Está devastada y no atraviesa un buen momento», ha asegurado una fuente cercana a la pareja a la revista 'People'. La estrella inglesa del pop tiene dos hijas, Marnie Rose, de 12 años, y Ethel Mary, de 13, con su exmarido Sam Cooper, y la fuente afirma que la separación de Harbour «ha sido muy dura para ella y sus niñas». «Ha sido un mal comienzo de año, pero Lily es dura», añade la fuente. «Es muy buena para priorizar su propia vida cuando tiene que hacerlo», destaca.

La pareja se casó en septiembre de 2020, pero «su matrimonio se ha ido desmoronando y se han separado», dijo la fuente al medio citado en mitad de la noticia de la ruptura. Fue en enero de 2019 cuando aparecieron juntos como pareja e hicieron su debut en la alfombra roja en octubre del mismo año. Aquello desató los rumores de compromiso y posteriormente se casaron en una ceremonia en Las Vegas en septiembre de 2020.

Fue una boda oficiada por un imitador de Elvis Presley seguida de una cena en una cadena de hamburguesas. «En una boda oficiada por el propio rey, la princesa del pueblo se casó con su devoto, humilde pero amable titular de la tarjeta de crédito en una hermosa ceremonia iluminada por los cielos cenicientos cortesía de un estado en llamas a kilómetros de distancia en medio de una pandemia mundial», escribió David Harbour en sus redes.

Poco después, en una entrevista con 'The Sunday Times', la cantante se sinceraba sobre su deseo de tener hijos con Harbour después de su boda. «Creo que sí. Especialmente ahora que Marnie está creciendo tanto», dijo Allen cuando se le preguntó sobre la ampliación de su familia.

«Me casé con una mujer hermosa e increíble a la que amo», diría el actor en respuesta. «Nunca he conocido a alguien tan bondadoso como ella. Nunca me he sentido tan cuidado y atendido por otro ser humano. Es una persona muy bondadosa y eso me encanta de ella», añadiría.

Nada de eso queda ahora. En el episodio del 9 de enero del pódcast de la BBC 'Allen Miss Me?›, que la cantante presenta junto a su amiga Miquita Oliver, Lily Allen se sinceraba sobre su actual momento anímico. «Estoy muy... realmente no estoy bien», dijo a Oliver. «Sé que he estado hablando de eso durante meses, pero he estado dando vueltas y vueltas y vueltas, y se ha salido de control», agregó con pesar.

Lejos de encontrar consuelo en las palabras, el relato de Lily Allen continuó de esta forma: «No puedo concentrarme en nada más que en el dolor por el que estoy pasando. Es muy, muy difícil». Poco después la cantante reveló que se tomaría un pequeño descanso del pódcast: «Me voy la semana que viene. No me escucharéis durante algunas semanas, queridos oyentes».

Durante el episodio, Lily Allen también se emocionó y negó los «rumores viciosos» sobre la posibilidad de acudir a rehabilitación después de cinco años de sobriedad, algo que ha hecho público durante todo este tiempo.