Del lapsus de María Esteve al aplaudido discurso de Loles León: así fue la décima entrega de los Premios Chicote

Este miércoles 18 de septiembre, el Museo Chicote estaba de doble celebración. Ayer coincidieron en la misma fecha los 93 años desde la apertura del lugar al que «si no has ido, no conoces Madrid» y la Décima Edición de los Premios Chicote, los reconocimientos a numerosas personalidades ideados por Rubén Gómez hace diez años para homenajear la figura del precursor del cóctel en la capital y reconocer con cada entrega el trabajo y la dedicación de los rostros que más han destacado y destacan en sus profesiones.

Desde entonces, en el palmarés de los Premios Chicote hay nombres como Ana Rosa Quintana, José Ribagorda, Pablo López, María Pombo o Martín Berasategui. En esta nueva edición, al club de los 'chicotes' se suman seis nuevos reconocidos nombres y apellidos de tan dispares sectores como el cine, el deporte, la comunicación o el mundo empresarial. A esta especial cita no quisieron faltar tampoco invitados ya asiduos al emblemático y bohemio bar que toman el relevo de las más grandes glorias sin hacerle perder su maravillosa autenticidad.

Dicen que lo bueno y breve es dos veces bueno y la décima entrega de los galardones se rigió por esta máxima para que llegase cuanto antes el momento más esperado, aquel en el que las bandejas de bocados y las copas de cristal acompañan las conversaciones de los reencuentros y felicitaciones a los premiados en un poblado Museo Chicote. Tras un comienzo musical a ritmo de 'New York, New York' y 'Empire State of Mind', recién llegada de un viaje por trabajo, la actriz e hija de Pepa Flores, María Esteve, fue la encargada de conducir con soltura y orgullo a todas y cada una de las figuras que recogían la tarde-noche del miércoles la significativa estatuilla.

En las palabras de admiración de Esteve hubo ocasión hasta de cometer un inocente y comprensible desliz. La presentación de Pedro Trapote, a quien recibir el Premio Empresario del año por su dedicación a mantener el patrimonio cultura de Madrid le hizo especial ilusión y le animó todavía más a contribuir a que «Madrid siga siendo ese centro maravilloso de cultura, de arte y de noche que acoge a todo el mundo que nos visita», no salió como la actriz pensaba y casi pareciendo que lo tenía preparado clamó aplausos para Pedro Chicote, un lapsus que quedó en una divertida anécdota de la noche.

María Eizaguirre era la segunda en salir al escenario para recoger su Premio a la mejor comunicadora por su labor en RTVE, a cuyo departamento de comunicación quiso dedicar la estatuilla. Su discurso fue uno de los más aplaudidos por el esfuerzo que reivindicó. «Aunque sufra como una perra no cambiaría esta profesión por nada del mundo. Hay patadas de champions que son patadas de final y ahí siempre está mi equipo para ayudarme y sostenerme. No hay sueños pequeños, este premio lo llevo al País de Nunca Jamás», dijo entre aplausos la responsable del 'Benidorm Fest'. Algo más cortos fueron los agradecimientos de Lidia Valentín, Premio Chicote a toda su trayectoria deportiva que pondrá «junto a las medallas olímpicas», y los chicos de 'Machos Alfa', Raúl Tejón y Fele Martínez, Premio a mejor serie española.

Sin duda, Loles León regaló el momento más aplaudido de la noche al provocar las risas de todos los asistentes a la velada con un reivindicativo discurso de agradecimiento por ser la Premio Chicote a mejor actriz que llenó de humor y desparpajo. «Aquí hemos vivido momentos muy intensos, siempre traíamos las gafas de sol para salir por la mañana a desayunar y si tenías suerte a triunfar», dijo en referencia al bar antes de gritar que ella es «la historia de España». «Ha llegado a un momento, aquí os habla una señora vieja, de esta vida que ya hay que perdonar todo. Cuando ya estéis en este momento de plenitud vamos a ser felices y vamos a pensar que lo que vamos a dar a las nuevas generaciones es amor», terminaba entre aplausos.

Con invitados de la talla de Belén Esteban y su marido Miguel, Carlota Corredera, Pablo Alborán, Gemma Mengual o Rosa López, que disfrutaron desde las mesas dispuestas para escuchar la entrega, también hubo ausencias marcadas y el encumbramiento de nuevas estrellas. Antonio Carmona era el elegido por Lolita Flores para salir a recoger su Premio a mejor artista porque ella, aunque tenía intención de presentarse, no pudo asistir por motivos de salud y dejó un audio para dar los «millones de gracias» por su galardón en «este sitio donde ha habido tantos momentos flamencos», dijo Carmona.

Fue para Antonio una noche de lo más especial. Su hija Marina tenía la gran responsabilidad y «el honor» de poner el broche a la velada por todo lo alto. «Para mí cerrar una gala tan emblemática con estos oídos y estas caras que me van a escuchar esta noche es un regalo», declaraba la artista minutos antes a ABC reconociendo además que había habido un «ensayo flamenco» para presentar al público su tema 'No lo veo claro' con el que esperaba «estar a la altura del sitio». Pero lo que no entraba en sus planes era que el bar terminaría reconociendo también su trabajo con el galardón a artista revelación que la dejaba sin palabras tras el derroche de voz en directo. Con una fiesta por todo lo alto despedía el Museo Chicote la Décima entrega de unos premios que siguen haciendo historia desde el número 12 de una Gran Vía que sigue siendo refugio de la noche madrileña.

En el photocall previo a la entrega de premios, el recuerdo del fallecido Jimmy Giménez estuvo muy presente. Sus compañeras de programa Carlota Corredera y Belén Esteban no quisieron dejar pasar la oportunidad de dedicar unas emotivas palabras a quien también fue su amigo y una figura clave de la crónica social. «Toda la gente que hemos trabajado con Jimmy y que hemos compartido tantas cosas con él estamos todos muy tocados. Al final es esa sensación de que se ha ido uno de los nuestros y da mucha penita. La verdad es que Jimmy era una persona irrepetible, muy provocadora, inteligente y preparada. Me ha traído por la calle de la amargura muchas veces pero era adorable. Fuera de cámaras era una persona que tenía mucha más ternura de la que parecía», expresó Carlota Corredera a ABC.

Para Belén Esteban, que se mostró agradecida con la prensa y reconoció que ahora echa de menos a los periodistas en la puerta de su casa, la cita llega en el delicado momento del duelo por la pérdida de Giménez-Arnau. «Nos queríamos mucho, aunque nos vean que en Sálvame nos matábamos, cuando le pasa algo a alguien de nosotros lo sentimos un montón. Yo le mando un beso al cielo o a donde esté, porque Jimmy no era creyente», ha querido transmitir Belén y mostrar todo su apoyo a Sandra, la pareja de Giménez Arnau.