La jequesa Sheikha Mahra de Dubái se compromete con la expareja de Khloé Kardashian, French Montana

Su relación no ha pasado despercibido en los últimos meses, debido a la diferencia de edad entre ambos: Mahra tiene 28 años y French 40. Además, sus apariciones en mezquitas de Dubái, cenas privadas en Marrakech y encuentros reservados alimentaron las especulaciones sobre un posible romance, hasta que la pedida de mano despejó toda duda y sorprendió a todos.

Por otro lado, otro detalle que ha puesto en el foco mediático a la pareja es la fusión de dos mundos completamente opuestos: ella, heredera de una de las familias más poderosas del Golfo; él, una estrella del hip hop con millones de seguidores en Occidente. Una unión que, según fuentes cercanas a la pareja, cuenta con la aprobación de ambas familias.

Cabe resaltar que la pedida llega en un momento clave para la joven. Apenas hace un año, la princesa anunció en redes sociales su separación del empresario Mana Al Maktoum, con una publicación que dio la vuelta al mundo: «Querido marido, como estás ocupado con otras compañías por la presente declaro nuestro divorcio. Me divorcio, me divorcio y me divorcio. Cuídate, tu exmujer», escribió.

Mahra es fruto del matrimonio entre el emir Mohammed bin Rashid Al Maktoum y Zoe Grigorakos, de origen griego. Fue educada principalmente en su país y en Londres, donde combina su formación académica en Negocios y Relaciones Internacionales. Desde su divorcio, la joven ha mostrado una imagen más independiente, caracterizada por su estilo, su pasión por la equitación y el amor por su hija, nacida en mayo de 2024.

En tanto, sobre Karim Kharbouch, conocido artísticamente como French Montana, es un reconocido rapero estadounidense con raíces marroquí. Ha colaborado con estrellas de talla internacional como Drake, Kanye West o Nicki Minaj, y es recordado por su relación con Khloé Kardashian.

La noticia de su compromiso con Mahra confirma el carácter imprevisible del artista, que nunca ha ocultado su fuerte conexión con sus raíces marroquíes, ahora reforzadas con este vínculo con la realeza emiratí.

Aunque de momento la fecha y los detalles de la boda son un misterio, el anuncio del compromiso ya ha generado un intenso revuelo en Oriente Medio, puesto que, para algunos esta unión simboliza un choque cultural sin precedentes. Mientras que para otros, es una señal de que incluso la monarquía emiratí está dispuesta a abrirse a un futuro más diverso y globalizado.