Los gestos que denotan a quién apoyaban George y Charlotte en la final de Wimbledon

Para nadie es un secreto que la Familia Real Británica tiene una afición especial por el tenis. Su relación con el deporte ha sido marcada por una Kate que jugaba desde la infancia y un Guillermo que pasaba horas practicando tenis de pista en su casa de Hampton Court. El interés ha sido transferido a sus hijos, que de vez en cuando se reúnen a jugar con los hijos de Roger Federer.

Pero, además de la afición genuina, la realeza británica está unida al tenis por compromiso moral: desde 1907 es norma que haya un palco (el lugar más exclusivo del recinto) al que todos los años son invitados los miembros de la Familia Real. Invitación que hace expresamente el presidente del All England Club.

También es tradición en el club que un miembro de la Familia Real participe en el torneo como presidente o patrón. Kate Middleton asumió el cargo de patrona desde el año 2016, cuando la Reina Isabel II la nombró. Desde que forma parte de la Familia Real (2011), la Princesa de Gales solo ha faltado una vez a la final del campeonato, en 2013, cuando estaba en la recta final de su primer embarazo.

Este año los Gales aparecieron en la final entre el español Carlos Alcaraz y el italiano Jannik Sinner poniendo toda su fe en el albaceteño, pero en este caso, la fe no fue suficiente. Tres horas y tres minutos de partido definieron lo que sería el primer trofeo de Sinner en este campeonato y los príncipes Charlotte y George estuvieron expectantes desde el primer minuto.

El sinsabor que les produjo ver a su madre entregarle el trofeo a Jannik se reflejó rápidamente en sus tiernos rostros. Pero, todo cambió después de la jornada, cuando se reunieron con el triunfador, quien les obsequió pelotas de tenis firmadas por él. La sonrisa genuina se dejó ver de nuevo e incluso la Princesa Charlotte demostró el amor que le tiene al pequeño Louis, pidiéndole al tenista italiano una tercera pelota para su hermano.

Kate Middleton, por su parte, comentó en esos momentos lo maravilloso que ha sido ser testigo de los nombres que se van añadiendo al tablero de ganadores del trofeo de Wimbledon.