El enlace poco real de María Francisca de Braganza en Portugal

La boda de María Francisca de Braganza, hija del aspirante al trono portugués, conocido popularmente como Dom Duarte, es el primer enlace de la Casa Real en el país desde la de su padre, que tuvo lugar el 19 de mayo de 1995. El sentimiento monárquico en Portugal no es precisamente fuerte prueba de ello es que se ha acercado poca gente a presenciar los fastos casi reales organizados para la ocasión. Desde 1910 Portugal es una república, pero como en otros muchos países europeos la casa real lusa retornó al país que en su día gobernó tras un periodo de exilio.

La hija de los duques de Braganza, la infanta María Francisca de Portugal anunció su compromiso con un abogado llamado Duarte de Sousa Araújo el pasado mes de diciembre. Hasta julio de 2018 la joven nacida en 1997 no debutó como duquesa de Coimbra y dama de la Orden de Santa Isabel. Lo hizo en una ceremonia celebrada en la iglesia Santa Reina de Coimbra, aunque la residencia oficial de la familia se encuentra en Lisboa donde la infanta comparte piso con sus hermanos.

María Francisca ocupa el tercer puesto de la efímera línea de sucesión del trono luso por detrás de su hermano mayor, el príncipe de Beira y justo por delante de su hermano menor, el duque de Oporto. A pesar de ser duquesa, María Francisca ha mantenido un perfil tan discreto que se la considera una de las infantas más invisibles de Europa.

Se sabe que su educación es católica y su formación tuvo lugar en el mismo colegio al que acudieron sus hermanos, el San Joao de Brito. Actualmente continúa sus estudios de Comunicación en la Universidad Católica de Lisboa. También ha participado en viajes con fines solidarios a Guinea, en África.

En la actualidad la casa real portuguesa está representada por Duarte Pio João Miguel Gabriel Rafael, primo lejano del último rey portugués. El jefe de la casa de los Braganza tiene tres hijos, Alfonso, María Francisca y Dionisio y cada uno de ellos posee un título nobiliario acorde con su estatus.