María Ángeles Grajal no es legalmente la viuda del torero Jaime Ostos

Pero el amor les duró poco tiempo y su matrimonio se vio salpicado por varios escándalos, acusaciones de infidelidades e incluso de malos tratos. El detonante fue la aparición de Aurora Díaz, una mujer que aseguró ser la madre de Gisela, fruto de una relación extramatrimonial de Ostos (la Justicia la reconoció como hija legítima del torero en 2003), lo que le abocó al divorcio con Grajal.

El 7 de octubre de 1991 el Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Alcobendas acordó la disolución del matrimonio por divorcio entre Ostos y Grajal. Para entonces la pareja tenía un hijo en común, Jacobo, de 7 años. En el certificado de matrimonio ya no consta ninguna anotación más. Por lo que legalmente no eran nada en el momento del fallecimiento del torero y aunque se reconciliaron y vivieron bajo el mismo techo e hicieron una vida conyugal a ojos de todos, no se registraron como pareja de hecho de forma oficial.

Hace unos días ABC se hacía eco de unas declaraciones de Jaime Ostos Jr., quien ya deslizaba por los documentos que había obtenido de su equipo legal Abogados Recoletos 21, uno de los más prestigiosos de este país en divorcios y temas de herencias, que María Ángeles Grajal no se había casado por segunda vez con su padre por la Iglesia como ambos se encargaron de contar a la prensa en infinidad de ocasiones. Si tiramos de hemeroteca, el 5 de marzo de 2015, la doctora Grajal le aseguró a Paloma Barrientos para 'Vanitatis' que «nos casamos en julio en una celebración muy íntima a la que solo acudieron mis padres y nuestro hijo. Fue en la iglesia de Villaviciosa de Odón, cerca de nuestra casa, y después fuimos a comer a un restaurante. Quisimos que fuera así, porque cada vez que poníamos una fecha había que cancelar ya que ocurrían situaciones personales complicadas, como la enfermedad de Jaime, la de familiares directos. Mi madre nos aconsejó que nos casáramos calladitos, sin anunciar, y así lo hicimos. Fue una boda para nosotros», confesó entonces durante la entrega de unos premios taurinos organizados por el restaurante La Pesquera.

Pero la mentira no se quedó ahí y Grajal quiso añadir más enlaces irreales. «Nos hemos casado dos veces por lo civil. Lo hemos celebrado por A, por B, por C... y, por lo tanto, si cada vez que lo anunciábamos había un impedimento importante, pensamos que lo teníamos que hacer como lo hicimos», aseguró. O sea, que públicamente la doctora Grajal afirma haberse casado dos veces por el civil y una por la Iglesia.

Pero la pasada semana se vio acorralada por la investigación y no tuvo más remedio que reconocer a la compañera Paloma García Pelayo en el programa 'Y ahora Sonsoles', de Antena 3, que esa ceremonia de la que había dado tantos detalles nunca se llegó a celebrar porque les faltaba un papel. Lo que no explicó es que tras la sentencia de divorcio, ella y Ostos ya no legalizaron si situación, aunque volvieron a estar juntos hasta el último día de su vida. Eran pareja de convivientes, pero no pareja de hecho ni de derecho.

A Jaime Ostos, la muerte le sorprendió un 8 de enero de 2022 en Bogotá en pleno viaje con amigos tras sufrir un infarto, a los 90 años de edad. «Ha muerto como quería, bailando con su gente y el amor de su vida, la única pena es que no he estado a su lado», dijo su hijo Jacobo en una intervención en Telecinco, horas después de producirse el deceso. La doctora Grajal organizó su incineración de forma inmediata y regresó a España con las cenizas del torero que fueron depositadas en Écija, ciudad natal del diestro. Una decisión que tomó por su cuenta y riesgo.

Pero no fue la única, ya que en la misa funeral del primer aniversario celebrada en la iglesia de la Victoria de Écija, Gabriela Ostos, hija del que fue matador de toros y Consuelo Alcalá, aseguró que «No tenía ni idea de que se iban a llevar las cenizas de mi padre de Écija, donde llevaban un año en un columbario. Pregunté el motivo y no me dieron respuesta. Me dijeron que se iban a quedar allí hasta que hicieran el monumento a mi padre. No sé ni dónde van a estar sus cenizas ni dónde las van a poner. Su mujer es la que ha tomado la decisión. Creo que se nos podía haber comunicado al resto de los hijos antes», confesó por aquel entonces.

Fuentes jurídicas consultadas por este periódico señalan que «al no ser la viuda legal y haber actuado como tal, habría incurrido en varios delitos contra el estado civil de las personas. Por un lado la decisión de incineración, no haber dado la posibilidad a los hijos de que se trasladasen hasta Colombia para despedirse de su padre, el traslado de las cenizas entre países y lo más reciente el reparto aleatorio de los bienes que Ostos tenía dentro de la vivienda sin dar fe a la Hacienda Pública o incluso el acceso a las cuentas que poseía tanto en nuestro país como fuera», explican.

Grajal salió al paso de las acusaciones de los hijos del torero, de que no habían percibido nada, asegurando que se les había llamado para que pasasen a recoger lo que quisieran y que en el caso de Gabriela acudió con un camión y se llevó todo lo que quiso. Ellos por su parte aseguran que cuando llegaron ya no había nada de valor. Un reparto que se hizo sin un inventario y una tasación tal y como marca la ley en este tipo de casos.

Durante meses, Jaime Ostos júnior, hijo del diestro le pidió a María Ángeles Grajal el certificado de defunción para poder registrarlo en España -murió en Colombia en enero de 2022-. Nunca se lo dio. A día de hoy, tal y como ha podido comprobar este periódico sigue sin haber sido registrada su defunción en el Registro Civil Central con sede en Madrid, que es donde se da fe de los nacimientos, defunciones y matrimonios que han ocurrido fuera de España.

La ley es taxativa en estos casos, pasados 30 días naturales de la defunción, la inscripción se realizará tras la tramitación de un expediente. Es decir, no basta con presentar el acta de defunción. Este expediente comprueba la realidad de la defunción, el destino del cadáver, y la causa por la cual no se han cumplido los plazos. Al no existir matrimonio legal con María Ángeles Grajal, es decir, que Ostos, murió divorciado, es obligación de los hijos hacerlo.

Otra de las cuestiones legales que podrían generar conflicto es la pensión de viudedad. Se desconoce si a día de hoy la doctora Grajal la ha solicitado, a pesar de no ser legalmente la viuda. Lo que no se imagina es que por ley, Consuelo Alcalá, primera esposa del diestro de la que se divorció en 1981 también tiene derecho a pleitear una parte proporcional de esa pensión de viudedad. Con ella se casó en 1960 y tuvieron dos hijos, Jaime y Gabriela. Entre ambos hubo separación canónica y luego varios años hasta alcanzar el divorcio. Por aquel entonces Ostos padre convivió con Lita Trujillo.

Pero entre Consuelo y Jaime hubo una despedida. Tal y como ha podido saber este periódico en exclusiva, en 2021 cuando el diestro enfermó y estuvo a punto de perder la vida, llamó a Consuelo varias veces con el único fin de conseguir verla y poder despedirse. Al principió Alcalá se mostró reticente al encuentro, pero al final, y tras la insistencia, accedió. Fue sanador. A espaldas de Grajal, los ex se vieron en la casa de este en Villaviciosa de Odón, una mañana en la que durante horas de conversación enterraron el pasado e incluso se dieron los últimos besos. Una decisión de la que dicen que Alcalá nunca se ha arrepentido. Como Jaime murió estando divorciado de Consuelo y de María Ángeles, ambas están en la misma situación. A efectos legales, o son viudas las dos o no es ninguna.

El mismo día que el matrimonio Ostos Grajal hizo la separación de bienes ante notario se registró la compra de la que hasta ahora había sido la vivienda familiar de Villaviciosa de Odón. Una propiedad que tal y como figura en la escritura se inscribió al cien por cien de pleno dominio y con carácter privativo a nombre de María Ángeles Grajal. Entonces una joven doctora de 34 años, con una incipiente trayectoria profesional, pudo pagar la vivienda a tocateja sin necesidad de ninguna hipoteca.

Hace unos días se conocía que por fin la había vendido por una cantidad menor a la que pedía, logrando unos 650.000 euros. Tanto ella como su hijo se han mudado ya por separado a sus nuevos hogares. Jacobo se ha instalado en un ático de nueva construcción en Torrejón de Ardoz, mientras que María Ángeles, está alquilada en un bajo con jardín en el Soto de la Moraleja, por el que estaría pagando unos 3.000 euros al mes.

Y es que aunque muchos puedan pensar que con la venta del chalé familiar se han embolsado una suma importante de dinero, las escrituras dicen lo contrario. El 29 de junio de 2016, la vivienda fue rehipotecada por valor de 390.000 euros en un préstamo otorgado por Bankinter a 30 años (vence el 29 de julio de 2046) y registrado ante notario en Móstoles. Por lo que con la venta se ha cancelado esa deuda, cuyo capital coincide en el tiempo con la aventura empresarial de Jacobo, en el mundo de la hostelería. Por aquellas fechas llegó a tener hasta cinco restaurantes entre Madrid y Valencia, pero sus negocios no dieron los frutos esperados y tuvo que cerrarlos.

Ostos dicen que adoraba a todos sus hijos. Con todos tenía buena relación, incluso explican fuentes cercanas a ABC, con Jaime Ostos Jr., se veía, a pesar de que se ha insinuado que la relación entre ambos en los últimos años era mala o casi nula. Nada más lejos de la realidad, cada vez que este llegaba de Estados Unidos donde reside, su padre iba a recogerlo al aeropuerto y se quedaba a dormir en la casa de Villaviciosa de Odón. En una de esas últimas visitas se les vio comiendo en el Real Casino de Madrid (Alcalá, 21), encuentro del que fueron testigos muchos de los socios allí presentes.

Su malestar con Grajal y su hermano Jacobo, no es por dinero, sino que quieren que sea la ley la que determine que tienen que percibir cada uno de su padre e incluso qué hacer con sus cenizas si es que no han sido esparcidas ya. Su siguiente paso es presentar una querella para hacer valer sus derechos sobre el legado de su padre, que según ellos se ha deshecho a sus espaldas.