Carlota Corredera y Carlos de la Maza ponen fin a su matrimonio de más de diez años

La pareja, que ha mantenido siempre un perfil bajo respecto a su vida personal, tiene una hija en común, Alba, que cumplió 9 años el pasado junio y es su mayor orgullo. Aunque han vivido en una hermosa casa en Pozuelo de Alarcón, en las afueras de Madrid, desde finales de 2020, los rumores sobre una posible crisis en su relación han estado latentes en los últimos meses. Sin embargo, la prioridad de ambos ha sido siempre el bienestar de su pequeña.

A pesar de su separación, fuentes cercanas han afirmado que no hay terceras personas involucradas en la ruptura. Carlota, que ha estado enfocada en su carrera y en nuevos proyectos, ha optado por no hacer declaraciones al respecto. En las últimas publicaciones en redes sociales, ha preferido compartir su faceta profesional, dejando entrever que está inmersa en varias iniciativas que la entusiasman.

La historia de amor entre Carlota y Carlos comenzó en 2011, entre los pasillos del programa 'Sálvame', donde ambos trabajaban. La química fue inmediata, y, como ella misma ha revelado, «encontré el amor a los 36, casi 37 años. El amor bueno, el que no te hace sufrir». Su relación floreció entre los entresijos de la televisión, cimentada por una profunda admiración y respeto mutuo. «Él es una persona íntegra, honesta, y eso era fundamental para mí a la hora de formar una familia», confesaba la periodista en varias entrevistas.

El momento culminante de su amor llegó el 15 de junio de 2013, cuando se dieron el 'sí, quiero' en una ceremonia íntima y especial, rodeados de sus amigos más cercanos y compañeros de trabajo. Con el telón de fondo de la Gran Vía de Madrid, celebraron su unión con la complicidad y el cariño de quienes han compartido su camino.

La llegada de su hija, Alba, el 22 de junio de 2015, llenó sus vidas de felicidad. Carlota no podía ocultar su emoción al recordar el nacimiento: «Fue un parto durísimo, pero lo importante es que la niña está bien». Desde entonces, han mantenido una relación de apoyo mutuo en la crianza, donde ambos han sido un equipo.

Sin embargo, la vida no ha estado exenta de desafíos. Carlota ha compartido que su sueño de ampliar la familia se vio truncado por complicaciones de salud, un tema delicado que ha marcado su camino. «No voy a volver a tener hijos biológicos... tengo mucho riesgo», confesó en una emotiva declaración.

Con la separación, se cierra un capítulo lleno de complicidad y amor. Carlota ha encontrado nuevos caminos en su carrera, alejándose de la televisión y aventurándose en proyectos significativos, como un documental sobre huérfanos de violencia de género, que comparte con Carlos a través de su productora, Alalba Audiovisual. En una reciente entrevista, hablaba de su deseo de darle máxima difusión a esta causa, reafirmando su compromiso con la sociedad.

Por ahora, los protagonistas de esta historia han optado por no pronunciarse públicamente sobre su ruptura, aunque sus amigos cercanos están al tanto de la situación. Ambos parecen decididos a continuar con sus vidas, siempre enfocados en el bienestar de su hija, que ha sido y seguirá siendo su razón de ser.

Carlota y Carlos, quienes han demostrado ser un sólido equipo tanto en lo personal como en lo profesional, han decidido seguir caminos distintos. Sin embargo, el amor y el respeto que se han profesado durante todos estos años seguirán siendo la base de su relación como padres, siempre cuidando de su pequeña Alba, la luz que ha iluminado su vida juntos.