La boda del año: Rosalía y Rauw Alejandro se casan

El vídeo muestra muchos momentos románticos de la pareja, en estudios de grabación, en casa, en conciertos, en viajes, y al final, unas imágenes caseras muestran a la catalana llorando y enseñando un anillos con 'pedrusco', mientras dice: «Ay, dios mío. Y todo el rímel aquí corrido. Te amo».

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J. M.

El cantante puertorriqueño es un declarado admirador del Real Madrid; no así la artista catalana, que además de ser culé, el Barcelona patrocinó su último disco durante el partido

Los rumores de matrimonio entre Rosalía y Rauw Alejandro comenzaron el pasado verano, cuando compartieron imágenes de su viaje romántico a la isla griega de Santorini. Y es que además de varias fotos muy cariñosas, compartieron un vídeo donde se ve a la española llevando un anillo que se parece bastante al que muestra en 'Beso'. ¿Habrán estado todo este tiempo preparando la 'promo' de su casamiento? Parece que sí.

Al principio mantuvieron su relación en secreto, pero cuando la prensa se enteró decidieron adelantarse anunciándola en sus redes sociales. Fue en la alfombra roja de Los 40 Music Awards cuando se dieron su primer beso en público, en noviembre de 2021.

Hay que recordar que Rauw Alejandro ya dio pistas de lo fuerte que apostaban como pareja, pues en una de sus últimas entrevistas dijo ante la pregunta de «¿Y si Rosalía te viene y te dice que está embarazada?»: «Cabrón, eso es cabrón. Yo quiero un par de ellos, yo quiero un par de hijos». Frente a la insistencia de los entrevistadores para que dijera cuántos hijos le gustaría tener, Rauw respondió: «Los que Dios me dé. No sé cuántos, no soy yo el que los paro. Quiero dejar mi legado a mis hijos y nietos, contarles historias, verles crecer y ayudarles a ser alguien en la vida: ser padre está en mis planes, aunque no sé cuándo». Y así habló de la cantante cuando le preguntaron cómo supo que estaba enamorado: «Es increíble, nos va súper cabrón y de eso se trata, de buscar esa persona que te sume, que te quiera ver crecer y que tu potencial te ayude a desarrollarlo al cien. Supe que estaba enamorado de Rosalía porque se me volcaba el estómago al verla y me ponía torpe».

Cuando Rosalía habló por primera vez sobre su relación en una entrevista, dijo: «Yo tenía la fe perdida en la masculinidad y fue conocerte y recuperarla. Tú fuiste… que sentía que no tenías miedo de querer y ser querido. Tardé en bajar la guardia». En esa misma entrevista el puertorriqueño reconoció que ha tenido sus miedos antes de lanzarse: «Con los fans de Rosi, a los que quiero y la defienden hasta la muerte, al principio había mucho roce, con este tipo, reguetonero. Y algunos amigos me dijeron ‘cuidado con una española, que son complicadas’».

Cuando Rosalía presentó a su novio a su familia, Rauw demostró que ya había aprendido catalán para la ocasión. «He aprendido por supervivencia, imagínate todos hablando, la abuela, la suegra y yo sentado allí solo». Y respecto a trabajar juntos, algo no siempre recomendable para las parejas, dijo: «Es difícil, porque es muy intensa, pero como la conozco, sé cómo decirle las cosas. Al ser así de exigente, lo que que la ha llevado donde está, eso se respeta».

La pareja ya tiene casa propia, ya que compraron una lujosa mansión en Manresa por algo más de dos millones de euros. Tiene diez habitaciones, salas con chimenea, jacuzzi interior, bodega y piscina, con un total de 2.624 metros cuadrados y 30 hectáreas de terreno. La finca también tiene una cuadra de caballos y otras cuatro viviendas completas. Originalmente la masía perteneció a los padres dominicos del convento de Sant Domènec de Manresa, hasta que se vendió a particulares y, durante décadas, fue propiedad de la familia dueña de la zapatería Torra de Manresa.

Al inmueble se le conoce como 'La Morera', y está ubicado a tres kilómetros del centro de la ciudad, en la denominada como la ruta 'Naturaleza y modernidad' del Anillo Verde de la ciudad. El arquitecto de la casa La Morera o del Mas Morera, tal como también es conocida, fue el manresano Ignasi Oms i Ponsa, el mismo de Ca la Buresa, la Torre Lluvià y La Florinda, por poner solo tres ejemplos de la extensa obra que dejó en la capital del Bages.