Cerveza del Oktoberfest, la bebida alemana dorada y suave más conocida de Baviera
Los camareros están autorizados a llevar en cada mano cinco jarras, es decir, unos diez kilos a la vez, entre miles de personas
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Múnich
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Iniciar sesiónAgua, malta, lúpulo y levadura. Estos son los cuatro ingredientes naturales con los que se elabora la cerveza bávara, cumpliendo así con la Ley de Pureza Alemana de 1516. De esta forma se garantiza una cerveza honesta y sin aditivos, fiel ... a la tradición cervecera de esta región alemana. Pero para que una cerveza se sirva en el Oktoberfest debe cumplir reglas muy estrictas y pasar muchos controles.
Para comenzar, solo seis cerveceras tradicionales pueden participar en este festival: Augustiner, Hacker-Pschorr, Löwenbräu, Paulaner, Spaten y Hofbräu. Todas ellas deben producir las cervezas dentro de los límites de la ciudad de Múnich y contar con una graduación alcohólica entre 5,8% y 6,3%, algo más fuerte que una larger normal. «Cada una de las marcas hace su propia cerveza para el Oktoberfest, cumpliendo una serie de especificaciones», explica Slavica Simunovic, directora de comunicación de Paulaner Brewery Group. «El agua que se utiliza en esta cerveza marca la diferencia en el producto», añade. Se trata de un agua dura, rica en carbonatos y sales. Una composición que influye en el sabor.
A la cerveza Oktoberfest se la conoce también como Märzen ya que se elaboraba originalmente en marzo y se almacenaba en sótanos frescos hasta el otoño, cuando se celebra el festival. Es una cerveza con un tono ámbar y un sabor ligeramente dulce y maltoso que encaja muy bien con el clima otoñal. Está considerada como una cerveza lager consumida en Baviera desde el siglo XVI. El proceso de elaboración de la cerveza es conocido: molienda y maceración de la malta, cocción del mosto junto al lúpulo, fermentación, maduración y embotellado. Sin embargo, en el caso de esta cerveza tradicional del Oktoberfest, implica una maceración con decocción utilizando maltas de Munich y Pilsner, seguida de un hervor de una hora con lúpulos nobles alemanes, y una fermentación y maduración en frío ('lagering') para obtener su característico sabor maltoso y color ámbar.
Cada año se sirven alrededor de siete millones de litros de cerveza y si hay algo interesante de ver es el momento de la llegada de la bebida a cada carpa, siempre por la noche, para que se pueda servir a partir de los barriles al día siguiente. Christian Höflinger, maestro cervecero de Paulaner Brewery Group, es el encargado de garantizar la calidad del producto de esta marca en el Oktoberfest. Desde hace unos quince años, Paulaner cuenta con un sistema circulatorio de tuberías para distribuir la cerveza que optó por llevar al festival, usándolo en tres de sus carpas.
«Son 200 metros de tuberías que se encuentran al nivel del primer piso y que distribuyen la cerveza de los tanques a donde llega desde la fábrica, fresca», explica el maestro cervecero. «Suministramos la cerveza a 0º y gracias al sistema que tenemos la temperatura sube únicamente medio grado pasadas 24 horas. En la jarra llega al cliente a 1,5ª-2ª», puntualiza. Los beneficios de este sistema de distribución son varios. Uno de ellos, que tardan 1 hora en recargar la cerveza en vez de unas cinco horas. Por otro lado, «la calidad es mejor, controlamos más la temperatura y la presión», puntualiza.
Primer barril
La inauguración del festival corre a cargo del alcalde de Múnich, encargado de abrir el primer barril y como manda la tradición, el primer litro lo bebe el ministro presidente de Baviera. La única jarra que se ofrece es la conocida como 'Maß', que lleva precisamente un litro. Además de la cerveza tradicional, ofrecen cerveza sin alcohol y con limón. Su precio ronda entre los 15 y los 16 €.
La familia de Thomas Roidereer es la responsable de una de las carpas más icónicas del Oktoberfest, «el cielo de los Bávaros» desde 1989. Es la carpa de la cervecera Hacker -Pschorr y en ella trabajan 275 camareros, cocineros y lavaplatos durante los dieciséis días del festival. Como resalta Roidereer, «esta es la Liga de Campeones de los camareros» ya que no es uno cualquiera el que puede responder a la altura. Están autorizados a llevar en cada mano cinco jarras, es decir, más o menos diez kilos a la vez, entre miles de personas. Y hay quien se atreva a llevar un total de doce o incluso catorce al mismo tiempo.
«Prost!!» (salud, en alemán) es el brindis que más se repite a lo largo del Oktoberfest ya que la canción más emblemática del festival es «Ein Prosit der Gemütlichkeit». Cada 15-20 minutos los músicos encargados de animar la fiesta la cantan en las carpas y todos levantan la jarra cantando y acabando con un brindis antes de beber.
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