Rocío Ramos-Paúl, psicóloga de 'Supernanny': «El primer suspenso de un hijo en el colegio hace saltar todas las alarmas, pero es una gran oportunidad»

La primera reacción de los padres suele ser emocional e ir desde la bronca al castigo del niño. Sin embargo, pasado este impacto inicial, llega el momento de buscar las causas del suspenso. La clave está en transformar esta situación en un aprendizaje y no en un fracaso definitivo.

En este sentido, Rocío Ramos-Paúl, popular psicóloga gracias al programa de televisión 'Supernanny', explicó en el programa 'Atrévete' de Cadena Dial cómo deben afrontar los padres el primer suspenso de un hijo. Y es que, según la experta, no se trata de un fracaso, sino de «una oportunidad» de crecimiento para el niño.

Ramos-Paúl da una serie de pautas a los padres para aprender a gestionar de la mejor forma posible esta situación tan común en muchos hogares. «Cuando aparece el primer suspenso, saltan todas las alarmas», comienza explicando la psicóloga sobre la primera reacción más habitual de los adultos.

Sin embargo, apunta la experta, un suspenso en el colegio es realmente «una gran oportunidad» para el niño, que puede aprender a «tolerar la frustración, controlar la ansiedad, entender que hay parte de responsabilidad suya...».

De esta forma, Ramos-Paúl recomienda que, «antes de montar el follón», lo primero que debe realizar el adulto es preguntar qué ha pasado. En este punto, el niño puede responder de diferentes formas: «Nos encontramos con aquellos que nos dicen: 'La culpa es del profe, me tiene manía, es muy exigente, todos los demás son malos y yo lo hago bien...'».

Sin embargo, hay niños que reaccionan de forma opuesta y su discurso ante un suspenso es «soy un inútil, todo lo hago mal...». «Todo lo que ocurre es culpa suya», explica la psicóloga.

Según Ramos-Paúl, se trata del momento perfecto para analizar y reflexionar acerca de las causas del suspenso. En este sentido, la psicóloga de 'Supernanny' propone lanzar diferentes preguntas: «¿Tú crees que has estudiado el tiempo suficiente? ¿Crees que es necesario que yo te ayude? ¿Quieres una ayuda externa?». También es posible, indica, que el propio niño diga: «Me pongo supernervioso en el examen y no rindo».

En cualquier caso, «todavía no hemos echado una bronca de estas de 'es que has suspendido, es que tal...'», indica Ramos-Paúl, que explica que lo que deben tener los padres en la cabeza es «hacer caso al esfuerzo, nunca a la nota».

Por este motivo, la clave está en dar con las causas del suspenso y, después, buscar posibles soluciones: «Vamos a hacer un horario, al terminar me lo vas a enseñar o me lo vas a contar, vamos a buscar a alguien que te enseñe técnicas de estudio, que te ayude a enfrentar esos exámenes que necesitan de una relajación, de unas autoinstrucciones...», propone la psicóloga.