Cómo aprovechar las 'ventanas de oportunidad' para el desarrollo cerebral de tu hijo

Durante este periodo se llevan a cabo diversos procesos de crecimiento neuronal que se desarrollan por ciclos. Así, tal y como explica Abigail Kay, directora de Infantil en The English Montessori School (TEMS), «en estos 'periodos críticos', se produce un gran desarrollo de las neuronas y sus conexiones, facilitando a los menores la interacción con el entorno y el aprendizaje del mismo con menor esfuerzo. Por ello, ofrecer experiencias adecuadas durante esta etapa es clave para potenciar al máximo las capacidades del cerebro en desarrollo«.

A juicio de la experta del TEMS, «la capacidad que tiene el cerebro infantil para adaptarse y aprender se da gracias a su impresionante habilidad de maleabilidad». Así, añade, «a diferencia del cerebro de las personas adultas, el de los niños no solo responde a estímulos, sino que a su vez los utiliza activamente para construir y reorganizar sus redes neuronales. Cada interacción, ya sea con objetos, personas o situaciones nuevas, representa para ellos una nueva oportunidad para fortalecer habilidades y adquirir nuevos conocimientos».

 ¿Qué es la neuroplasticidad y por qué es especialmente importante en la infancia? ¿Qué características del método Montessori se alinean directamente con los principios de la neuroplasticidad?

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para adaptarse, reorganizarse y crear nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida, pero especialmente en la infancia, cuando el cerebro es más receptivo. El método Montessori favorece este proceso de forma natural: ofrece un entorno preparado, con materiales sensoriales, libertad dentro de límites y un enfoque individualizado que permite que cada niño explore y aprenda a su ritmo, potenciando así el desarrollo de conexiones neuronales a través de la experiencia directa.

¿Qué diferencias existen entre la neuroplasticidad del cerebro infantil y la del adulto?

La principal diferencia es la rapidez y la facilidad con la que el cerebro infantil establece nuevas conexiones. En la infancia, el cerebro está en plena construcción, lo que le permite absorber información del entorno con muchísima eficacia. En cambio, en la adultez, aunque la neuroplasticidad sigue existiendo, el proceso es más lento y requiere más esfuerzo.

 ¿Qué entendemos por 'ventanas de oportunidad' o 'períodos sensibles' en el desarrollo cerebral? ¿En qué edades están establecidas esas ventanas de desarrollo? ¿Cómo se pueden aprovechar los «períodos sensibles» para introducir aprendizajes clave como el lenguaje, la motricidad o las habilidades sociales?

Son momentos en los que el cerebro está especialmente preparado para adquirir ciertas habilidades, como el lenguaje, el movimiento o el orden. Estas ventanas suelen darse en los primeros seis años de vida, y si se aprovechan bien, el aprendizaje se da de forma casi natural. Por eso en Montessori observamos mucho al niño y le ofrecemos experiencias concretas y significativas en el momento adecuado.

¿Qué tipo de experiencias favorecen la creación de nuevas conexiones neuronales en la infancia?

Experiencias que involucren el cuerpo, los sentidos y la emoción: desde manipular objetos y moverse libremente hasta jugar, conversar o simplemente explorar el entorno. Todo lo que despierte curiosidad y se viva con interés y repetición fortalece las conexiones cerebrales.

¿Qué pueden hacer los padres en este sentido? ¿Cómo puede un adulto —padre, madre, docente o cuidador— convertirse en un facilitador del desarrollo cerebral saludable?

Lo más importante es ofrecer presencia, escucha y un entorno rico en estímulos pero sin sobrecarga. Los adultos podemos ser modelos de lenguaje, de calma, de respeto. Acompañar sin adelantar procesos, permitir que el niño haga por sí mismo, y celebrar cada pequeño avance es clave.

¿Qué tipo de actividades cotidianas podrían implementar en casa para estimular la neuroplasticidad infantil?

Cosas tan sencillas como cocinar juntos, ordenar juguetes, leer cuentos, cantar, salir a caminar observando el entorno o dejar que el niño se vista solo. Son actividades cotidianas que desarrollan autonomía, lenguaje, motricidad y pensamiento lógico de forma natural.

¿Qué riesgos conlleva una infancia con falta de estimulación o entornos estresantes para la arquitectura cerebral?

La falta de estimulación o la exposición continuada al estrés pueden afectar el desarrollo de áreas clave del cerebro relacionadas con el aprendizaje, la regulación emocional y la socialización. Por eso es tan importante cuidar el entorno emocional y ofrecer experiencias variadas y seguras.

¿Qué impacto puede tener una intervención temprana en un niño con dificultades de desarrollo en comparación con una intervención tardía?

La intervención temprana puede marcar una gran diferencia. En los primeros años, el cerebro tiene una capacidad de adaptación enorme. Detectar y acompañar a tiempo puede permitir que el niño supere barreras o las afronte con más herramientas. No se trata de correr, sino de observar, comprender y actuar cuando el niño lo necesita.