Begoña Gómez, la otra protagonista de la noche

Él, con vaqueros y camisa rosa. Ella, de rojo y negro, con tacones de aguja negros que no le impidieron aguantar de pie y saltando durante horas en la plataforma del PSOE. Con una sonrisa de oreja a oreja, Begoña Gómez no dejó de aplaudir y vitorear cánticos junto al resto de simpatizantes. Por su parte, el líder socialista celebró su permanencia en la Moncloa con un tierno beso en los labios , rápido y un tanto tímido, pero también espontáneo, olvidando por un momento la excesiva corrección que corresponde a un presidente de Gobierno.

Otro de los estilismos que marcó la victoria socialista fue la de la vicepresidenta Carmen Calvo. Con un traje de pantalón y chaqueta rosa y una camiseta de Mango (17,99 euros) con un claro mensaje: «Yes, I´m feminist» (Sí, yo soy feminista).

La vida de las «primeras damas españolas» es prácticamente un misterio y el adjetivo de «discretas» se queda corto para definirlas. Poco o nada se sabe de ellas y prefieren vivir en un relativo anonimato. Una tradición que ha cambiado Begoña Gómez, quien desde el primero momento prefirió parecerse a las mujeres de los candidatos políticos de otros países que adoptan un papel muy activo durante la carrera política de sus maridos. Fue en junio de 2015, lo que hasta ahora era solo una melena rubia que muy rara vez aparecía en los actos del candidato socialista a La Moncloa pasó a escena, y su imagen acaparó portadas y titulares. Begoña Gómez, la mujer del ahora presidente de España, ha saltado al primer plano de la carrera presidencial.