Alberto de Mónaco ha dejado de ver a su segundo hijo ilegítimo

«Nuestro hijo necesita el amor de un padre, como todos los niños». Y agrega: «Hasta su boda con la nadadora surafricana, Alberto y Alexander tenía la relación afectiva normal entre un padre y su hijo. El alejamiento de Alberto le está afectando negativamente».

El pequeño y su madre vivían en la Costa Azul, cerca de Mónaco, una vez que el Príncipe Alberto reconoció legalmente a Alexander en 2005 y se negoció un acuerdo económico. El detonante fue la publicación de un reportaje en la revista «Paris Match» donde se desvelaba la existencia del niño. Sin embargo, cuando se hizo oficial el noviazgo con Charlene, se aconsejó un «alejamiento» y Alexandre y su madre se instalaron en Londres gracias a un «generoso apoyo del Príncipe». Reconvertida en diseñadora y estilista, ya ha vestido sobre la alfombra roja a celebridades como Gwyneth Paltrow o Emma Watson. Sin embargo, su situación parece ser complicada.

Las declaraciones de Nicole Costa suenan a «advertencia»: «Alberto es muy generoso económicamente.Pero constato que me resulta imposible hablar con él con normalidad desde que se casó. Antes de su matrimonio, le encantaba tener a su hijo en sus brazos, jugar con él. Aquello se acabo. Nuestro hijo necesita algo más que unas visitas ocasionales que han dejado de producirse».

Alberto II de Mónaco y su esposa no tienen descendencia, hasta hoy. Y esa ausencia de hijos suscita comentarios de la más diversa índole sobre la «intimidad» de la pareja y el futuro del principado, cuya Constitución descarta en la línea sucesoria a los hijos nacidos fuera del matrimonio.