Rajoy, las canas y la corbata de la suerte

El rostro del presidente aún no ha sucumbido a los zarandeos de la batalla que le ha tocado liderar y que debe provocarle auténticos quebraderos de cabeza a diario. Quizá se deba a su carácter sosegado y reflexivo y a que, a pesar de los malos augurios, las primas y los vientos de rescate inminente, no se ha dejado llevar por el pánico en ningún momento.

Este primer año de mandato tampoco ha supuesto grandes evoluciones en el estilo de Rajoy, que debe tener prioridades más urgentes que las de marcar tendencia con su look. Después de todo, nadie espera que el presidente se convierta en referente de moda en nuestro país. No lo han sido nunca y no lo van a ser ahora , con la que está cayendo… Sin embargo, sí nos llama la atención la única prenda con la que Rajoy puede marcar la diferencia: la corbata.

A la hora de elegirla, suele tender al azul oscuro y en ocasiones se atreve con un rojo apagado, pero hay una en concreto que se repite con frecuencia. La llevaba cuando salió a saludar al balcón de Génova junto a su esposa, «Viri» , y también durante el debate de investidura con el que se convirtió en presidente del Gobierno. Se trata de esa de cuadritos azules, una especie de estampado campestre o de picnic que, si bien no hará las delicias de los estilistas más estrictos, parece que a Rajoy le hace sentirse cómodo. ¿Le dará suerte?

De hecho, este pasado fin de semana le vimos llegar a la XXII Cumbre Iberoamericana de Cádiz con una de entramado casi idéntico, lo cual indica que este tipo de dibujos le gustan especialmente a Mariano Rajoy. Por cierto, ¿ nadie reparó en que el mandatario chileno, Sebastián Piñera y nuestro presidente llevaban exactamente la misma corbata durante su encuentro bilateral en Cádiz?

Pero más allá de su apariencia física, ¿ha evolucionado Rajoy en sus habilidades comunicativas a lo largo de este primer año? Fran Carrillo, asesor político en oratoria y director de La Fábrica de Discursos opina que «su discurso ha mejorado mucho en el orden, la lógica argumental y en la contundencia de los mensajes» , aunque cree que el presidente debería seguir esforzándose ser «más cercano en sus expresiones y gestos».

Asimismo, el experto en discurso político valora positivamente la «decisión» que ha demostrado, por ejemplo, a la hora de aplicar los primeros recortes y reformas. Aunque Carrillo apunta que como comunicador, uno de sus grandes errores en este primer año como presidente ha sido no saber definir «quién lleva la voz cantante en economía en su gobierno» , ni «saber explicar lo que hace el Gobierno con más persuasión y contundencia».

Este último, un error que el asesor político ya achacó anteriormente al gabinete del presidente estadounidense, Barack Obama