Zapatero descarta una abstención del PSOE tras el 23J para evitar que el PP dependa de Vox

En una entrevista para TV3, Zapatero, preguntado por la posibilidad de que el PSOE se abstenga para que Alberto Núñez Feijóo no dependa de Santiago Abascal, ha dicho que: «No veo este escenario bajo ningún concepto. Así de claro. El PSOE lo hizo una vez con Mariano Rajoy, para no repetir unas terceras elecciones, y nos costó un desgarro interno. De hecho, Pedro Sánchez protagonizó la posición contraria, y lo que es más importante, jamás nos lo reconoció el PP. Sánchez tuvo que repetir elecciones y ni siquiera se le ocurrió al PP una abstención. Esa posición no ha tenido ninguna correspondencia del PP».

En este sentido, sin citarlo, ha hecho mención a lo manifestado también por el PNV, cuyos líderes han advertido a Feijóo de que no podrán pactar con el PP si este tiene acuerdos con Vox. «Es impensable, en mi opinión (que el PSOE se abstenga)», ha asegurado. Y ha añadido que de todas formas no será necesario este planteamiento de una posible abstención: «Mi intuición es que el PSOE va a ser la primera fuerza política el 23 de julio y pienso que va a poder gobernar. Somos el partido de la centralidad».

Para sostener esta tesis, el expresidente del Gobierno ha indicado que «el partido del 23J está muy abierto y la tendencia es que quien esta ganado el debate es el PSOE frente a las derechas» y ha asegurado que «quien gana los debates, gana en las urnas». Así, ha puesto de manifiesto que el único argumento del PP es derogar el 'sanchismo' y ha acusado a los populares de no tener contenido político en sus propuestas. «Estamos en una precampaña en la que el PP se está derogando asimismo», se ha jactado.

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Con el mismo tono, Zapatero ha defendido las grandes políticas llevadas a cabo por Sánchez durante su mandato desde La Moncloa y ha planteado el 23J en la disyuntiva de tener que elegir entre «la modernidad» y la antigüedad. «Estas elecciones generales son muy decisivas. Hay que elegir entre la modernidad, el liderazgo y la capacidad de diálogo, que representa Sánchez, y una opción antigua, y con Vox mucho más, que será de beligerancia, que representa Feijóo».

Sobre la situación política en Cataluña, ha reiterado la defensa de los indultos, la celebración de la mesa de diálogo y la táctica del PSC, aprobando los presupuestos del Govern de Pere Aragonès (ERC), porque su deseo es que «todo se normalice» tras «los acontecimientos de 2017». Zapatero, que ha identificado a Cataluña con las posiciones de los partidos nacionalistas, ha asegurado que «Sánchez tiene la voluntad de que Cataluña recupere la concordia y el diálogo».

Finalmente, preguntado por el inicio del 'procés' independentista ilegal, que algunos analistas sitúan en la aventura del Estatuto de Autonomía de 2006 auspiciada por el propio Zapatero, este ha reconocido que la sentencia de Tribunal Constitucional, en 2010, no le gustó, aunque la aceptó, y que ese fue el punto de partida del descontento nacionalista, a pesar de que ERC votó en contra del Estatuto. Y que «el Estatuto lo votó la mayoría de los ciudadanos», ha señalado, a pesar de que la participación en el referéndum en 2006 no llegó al 49% de los catalanes con derecho a voto.